El ministro cubano de Justicia, Oscar Silvera Martínez, participa en las jornadas finales de la audiencia en la Alta Corte de Inglaterra, en Londres, Reino Unido, correspondiente a la demanda interpuesta por el fondo buitre CRF I Limited al Banco Nacional de Cuba (BNC) y el Estado cubano.
Según afirmó el titular en Twitter, Cuba y el BNC ratifican que CRF no ha sido ni es su acreedor, verdad que defienden en la vista oral comenzada el 23 de enero último.
«Me encuentro en Londres. Participaré en jornadas finales de la audiencia en la Alta Corte de Inglaterra. Defendemos la verdad: Banco Nacional y Cuba ratifican que CRF no ha sido ni es su acreedor», comentó en su tuit.
Los días 1 y 2 de febrero están previstos los alegatos finales de la defensa de cada parte, luego de realizar desde la semana anterior la práctica de pruebas.
Un reporte reciente del diario Granma refiere que en los primeros días del juicio, representantes del fondo admitieron que se consideró la demanda ante tribunales como una opción, desde que iniciaron los pasos para intentar adjudicarse los títulos de deuda que hoy son objeto de debate.
Luego de comprar la deuda a bajo costo, subraya el artículo, CRF reclama un monto que significaría, en cualquier caso, una ganancia neta que oscila entre el mil 200 y el dos mil por ciento del valor que pagaron.
Precisa el texto que en el material probatorio presentado resaltan correos electrónicos y documentos que han permitido describir la actuación típica del demandante, y con ello la identificación del accionar de un fondo buitre.
Para sostener su postura, los demandantes mostraron como elemento probatorio cardinal, el documento emitido por un funcionario del BNC, en el que se daba el presunto consentimiento del Banco, y por ende de Cuba, para que los derechos como acreedor fueran transferidos en favor de CRF.
No obstante, el funcionario cubano responsable de la confección y firma del documento admitió en su declaración (en tiempo real desde La Habana) que era consciente de que cometía un acto ilegal que rebasaba sus atribuciones y competencias, y que su actuar fue resultado de una promesa de dádiva hecha por representantes de CRF.
Reconoció además que este documento no cumplía los requisitos legales para su validez, que según los procedimientos bancarios vigentes, debe realizarse en un tipo de papel especial con caracteres de seguridad, tener dos firmas de tipo A, así como inscribirse en el registro oficial de cesiones de deuda.
La defensa del BNC y de la República de Cuba explicó a la jueza que ninguno de los tres requisitos fue cumplido, lo que invalida su eficacia jurídica y anula las consecuencias que se derivarían de su emisión.
De acuerdo con el artículo de Granma, los argumentos escuchados esa semana en la sala de la Alta Corte de Inglaterra demostraron que CFR intentó adjudicarse de forma ilegal dos deudas cubanas e, inmediatamente, a falta de acuerdo y aprobación de estos actos por el BNC y Cuba, estableció la demanda en Londres.
(Tomado de ACN)