Cada 31 de marzo, Cuba celebra el Día del Libro Cubano, una fecha que rinde homenaje a la creación de la Imprenta Nacional en 1959, un hito que marcó un antes y un después en el acceso a la lectura y la cultura en el país.
Este día no solo conmemora los avances logrados en el ámbito editorial desde el triunfo de la Revolución, sino que también resalta el impacto transformador de los libros en la sociedad cubana.
Los Inicios: La Imprenta Nacional y su Legado
El origen del Día del Libro Cubano se remonta al 31 de marzo de 1959, cuando fue creada la Imprenta Nacional de Cuba mediante la Ley 187 del Gobierno Revolucionario. Bajo la dirección del reconocido escritor cubano Alejo Carpentier, esta institución se convirtió en un pilar fundamental para democratizar el acceso a los libros y fomentar la alfabetización masiva. En sus primeros años, la imprenta editó materiales esenciales para la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961, que permitió a más de 700 mil cubanos aprender a leer y escribir.
El primer libro publicado por la Imprenta Nacional fue El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, con una tirada inicial de 100 mil ejemplares. Esta decisión, impulsada por Fidel Castro, simbolizó el compromiso del gobierno revolucionario con la difusión de obras clásicas universales. En 1962, la Imprenta Nacional evolucionó hacia la Editora Nacional, y en 1967 se creó el Instituto Cubano del Libro, que consolidó un sistema editorial nacional y provincial.
Fue en 1981 cuando se instituyó oficialmente el Día del Libro Cubano como una efeméride anual para celebrar estos logros y promover el hábito lector bajo el lema «Leer es crecer».
La Feria Internacional del Libro de La Habana: Un evento emblemático
Entre los eventos más destacados relacionados con esta celebración se encuentra la Feria Internacional del Libro de La Habana, considerada el acontecimiento cultural más importante del movimiento editorial cubano. Este evento, que comenzó a celebrarse en 1982 con carácter bienal y se realiza anualmente desde el año 2000, reúne a miles de lectores, escritores y editoriales nacionales e internacionales.
La feria tiene como sede principal La Fortaleza San Carlos de La Cabaña en La Habana, pero desde 2002 se extiende a todas las provincias del país. Durante diez días, los asistentes pueden disfrutar no solo de exposiciones y ventas de libros, sino también de actividades culturales como talleres, conferencias y presentaciones artísticas. En su edición más reciente, se comercializaron alrededor de un millón de títulos impresos y dos mil en formato digital, lo que demuestra su impacto en la promoción de la lectura.
La feria también fomenta el intercambio cultural al dedicar cada edición a un país invitado y a escritores cubanos destacados. Además, incluye iniciativas como el Proyecto Cuba Digital, que explora nuevas formas de lectura mediante tecnologías digitales.
Hábitos Lectores en Cuba: Un Panorama Actual
El hábito lector en Cuba ha sido objeto de análisis desde diversas perspectivas. Según estudios realizados por el Observatorio Cubano del Libro y la Lectura, los esfuerzos por fomentar la lectura han dado frutos significativos desde los primeros años revolucionarios. Sin embargo, también enfrentan desafíos relacionados con las limitaciones económicas y tecnológicas.
En términos generales, Cuba cuenta con una sólida infraestructura cultural que incluye bibliotecas escolares y públicas. Estas instituciones desempeñan un papel crucial en garantizar el acceso al libro para todos los segmentos poblacionales. Además, programas como las «Lecturas de Verano» complementan las actividades anuales para incentivar el interés por los libros entre niños y jóvenes.
Un estudio reciente realizado en escuelas primarias revela que los niños cubanos tienen acceso regular a materiales literarios gracias al apoyo estatal. Sin embargo, también subraya la necesidad de modernizar las bibliotecas escolares e incorporar formatos digitales para adaptarse a las preferencias cambiantes de las nuevas generaciones.
Estadísticas sobre Lectura
Aunque no existen cifras recientes específicas sobre hábitos lectores en toda la población cubana, algunos indicadores permiten aproximarnos al panorama actual:
En ediciones recientes de la Feria Internacional del Libro se han vendido más de un millón de ejemplares anualmente.
La alfabetización sigue siendo universal en Cuba, con tasas cercanas al 100 %, lo que facilita una base sólida para fomentar hábitos lectores entre todos los grupos etarios.
Más del 24 % de la población cubana tiene más de 60 años, lo que plantea retos específicos para mantener el interés por la lectura entre adultos mayores.
El Día del Libro Cubano no sólo celebra una fecha histórica; también es un recordatorio del poder transformador que tienen los libros para enriquecer vidas y construir sociedades más justas e inclusivas. Desde aquella primera edición del Quijote hasta las modernas iniciativas digitales promovidas por eventos como la Feria Internacional del Libro, Cuba ha demostrado un compromiso inquebrantable con el acceso universal a la lectura.
En palabras martianas: «Los libros consuelan, calman, preparan, enriquecen y redimen». Esta esencia sigue viva cada 31 de marzo cuando millones celebran no solo al libro como objeto físico sino también como fuente inagotable de conocimiento y libertad.
Por: Dánae Ricardo