Cada 17 de mayo, Cuba celebra el Día del Campesino, una fecha que rinde homenaje al sacrificio, la resistencia y el papel crucial de los hombres y mujeres del campo en la historia y el presente de la nación. Pero este día trasciende el reconocimiento simbólico: está profundamente ligado a la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria, uno de los hitos más trascendentales de la Revolución Cubana.
Orígenes y Significado del 17 de Mayo
El 17 de mayo fue escogido como Día del Campesino en memoria de Niceto Pérez, líder campesino guantanamero asesinado en 1946 por defender su derecho a la tierra frente a los latifundistas. Su ejemplo de dignidad y lucha marcó a generaciones y se convirtió en símbolo de las aspiraciones del campesinado cubano.
La Primera Ley de Reforma Agraria: contexto y alcance
El 17 de mayo de 1959, apenas meses después del triunfo revolucionario, Fidel Castro firmó en La Plata, Sierra Maestra, la Primera Ley de Reforma Agraria. Esta norma fue la primera gran medida del gobierno revolucionario y representó un cambio radical en la estructura agraria del país. Antes de su promulgación, el 80% de las mejores tierras cubanas estaban en manos de un pequeño grupo de compañías extranjeras y latifundistas nacionales, mientras la mayoría campesina vivía en condiciones de pobreza y despojo.
Los principales objetivos y disposiciones de la Ley fueron:
- Eliminar el latifundio y la aparcería, redistribuyendo la tierra en favor de los campesinos pobres.
- Fijar en 30 caballerías (402 hectáreas) el máximo de tierra que podía poseer una persona o entidad.
- Nacionalizar las propiedades que excedieran ese límite y entregarlas a quienes la trabajaban.
- Anular el derecho de empresas e individuos extranjeros a poseer tierras, salvo pequeños agricultores.
- Crear el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) para implementar y supervisar la reforma, bajo la presidencia de Fidel Castro.
Impacto Social y Económico
La aplicación de la Ley benefició directamente a más de 100,000 familias campesinas, facilitando el acceso a la tierra, la salud, la educación y la vivienda. Además, sentó las bases para el desarrollo de la agricultura cooperativa y el fin de la dependencia del monocultivo, promoviendo la diversificación productiva y la industrialización rural.
Este proceso transformador no solo mejoró las condiciones de vida en el campo, sino que también fortaleció la soberanía alimentaria y la justicia social, pilares fundamentales del proyecto socialista cubano.
Reconocimiento y celebración actual
Hoy, el Día del Campesino es una jornada de reconocimiento al esfuerzo diario del sector cooperativo y campesino en la producción de alimentos para el pueblo, especialmente en tiempos de desafíos económicos y bloqueo. Se celebran los logros y se destacan historias de mujeres y hombres que, con sudor e inteligencia, continúan haciendo fructificar la tierra cubana.
La efeméride también recuerda la fundación, en 1961, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), organización clave en la defensa de los intereses del campesinado y en la implementación de políticas agrarias justas y sostenibles.
Y es que el Día del Campesino en Cuba es mucho más que una celebración: es un recordatorio de la justicia conquistada y de la vigencia de la Reforma Agraria como pilar de la equidad y la soberanía nacional. A 65 años de su promulgación, la ley sigue inspirando a quienes, desde el surco, alimentan y sostienen el futuro de la nación.
Por: Lic. Danae Aldama