Cada 25 de mayo celebramos el Día de África, una fecha que nos recuerda que, como bien dice el refrán, «de tal palo, tal astilla». Y es que la raíz africana está tan presente en la identidad cubana, que no hay quien la niegue ni la aparte. Esta jornada, más que una efeméride, es una oportunidad para mirar hacia nuestras raíces y reconocer que, en el gran ajiaco que es Cuba, África puso mucho más que un granito de sal.
¿Por qué el 25 de mayo?
El Día de África se celebra desde 1963, cuando 32 líderes de países africanos se reunieron en Addis Abeba, Etiopía, para fundar la Organización para la Unidad Africana (OUA), hoy Unión Africana. El objetivo era claro: unir fuerzas para erradicar el colonialismo, defender la dignidad y la soberanía de los pueblos africanos y promover la cooperación entre naciones. Desde entonces, cada 25 de mayo se convierte en una fiesta de la diversidad, la resistencia y la esperanza para todo el continente y sus descendientes en el mundo.
África en el ADN cubano
Como dice otro refrán: «Chivo que rompe tambó, con su pellejo paga», y en Cuba, los «tambó» africanos no solo se rompieron, sino que se multiplicaron y se quedaron para siempre en nuestra música y cultura. Más de un millón de africanos llegaron a la Isla durante la infame trata esclavista, trayendo consigo no solo su fuerza y su sudor, sino también sus creencias, sabores, ritmos y formas de ver el mundo. En el proceso de transculturación, esas raíces africanas se mezclaron con las españolas y las indígenas, dando lugar a una cubanía única.
Lo africano está en el son, la rumba, el guaguancó y hasta en el congrí. Está en la manera de hablar, de gesticular, de bailar y de sentir la vida. Como decía Nicolás Guillén, «aquí está todo mezclado».
La huella africana sigue picando fuerte en nuestro día a día. No hay fiesta sin tambor, ni comida sin sazón africana, ni religiosidad sin la fuerza de los orishas. La resistencia, la alegría, la resiliencia y la solidaridad que caracterizan al cubano tienen mucho de esa herencia africana que no se borra ni con el tiempo ni con el olvido.
Celebrar África es celebrar Cuba
Cada 25 de mayo, Cuba se une a la celebración mundial del Día de África, reafirmando lazos históricos, culturales y de solidaridad. Desde la lucha por la independencia hasta la cooperación médica y educativa, la relación entre Cuba y África es, como decimos aquí, «más vieja que el Morro» y tan fuerte como el ceibo.
Hoy, más que nunca, recordamos que «la yagua que está pa’ uno, no hay vaca que se la coma». La africanidad es parte inseparable de la cubanía, y reconocerlo es honrar a nuestros ancestros y a nosotros mismos. Porque en Cuba, África no es sólo pasado: es presente, futuro y, sobre todo, orgullo.
Por: Lic. Dánae Aldama