Cada 12 de agosto, el mundo celebra el Día Internacional de la Juventud, una jornada que reconoce el papel transformador de las nuevas generaciones. En Cuba, esta fecha adquiere un significado especial: la juventud no solo representa el porvenir, sino que es protagonista activa del presente, enfrentando desafíos con creatividad, compromiso y espíritu revolucionario.

Juventud cubana: motor del desarrollo nacional
En medio de un contexto marcado por el bloqueo económico y las crisis globales, los jóvenes cubanos se destacan en múltiples sectores:
- Educación y ciencia: Miles de estudiantes se gradúan cada año en universidades, aportando al país desde la investigación, la docencia y la innovación tecnológica.
- Agricultura y sostenibilidad: El Ejército Juvenil del Trabajo y jóvenes campesinos revitalizan el campo con prácticas agroecológicas, biofertilizantes y cultivos sostenibles.
- Arte y cultura: Organizaciones como la Asociación Hermanos Saíz promueven el talento joven en todas las provincias, incluso en zonas rurales, con brigadas artísticas y proyectos comunitarios.
- Participación política: Jóvenes cubanos tienen voz y voto en el Parlamento, y están representados en estructuras de gobierno, defendiendo propuestas para enfrentar los desafíos del país.
Marco legal y derechos juveniles
Cuba ha elevado a rango de ley el nuevo Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, que garantiza protección, participación y desarrollo para personas de 0 a 35 años. Este instrumento legal refuerza el compromiso del Estado con la inclusión y el empoderamiento juvenil.
Juventud global, acciones locales
En 2025, la ONU dedica esta jornada a las Acciones Locales Juveniles para los ODS y Más Allá, destacando el papel de los jóvenes en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde sus comunidades. Cuba se suma a esta visión con actividades veraniegas, narrativas multimedia y herramientas digitales que visibilizan el impacto juvenil.
Cuba joven: identidad y legado
La juventud cubana encarna el legado de figuras como Maceo, Martí, Mella y Fidel. Su participación en eventos históricos como el XIV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, donde miles de delegados fueron acogidos en hogares cubanos, demuestra que la solidaridad y la resistencia son parte esencial de su identidad.
Conclusión
En Cuba, el Día Internacional de la Juventud no es solo una celebración, sino una reafirmación del compromiso con una generación que construye, transforma y defiende el futuro. Desde la trinchera productiva hasta el aula, el escenario cultural o el Parlamento, los jóvenes cubanos son el rostro vivo de una nación que apuesta por la innovación, la justicia social y la paz.
Por: Lic. Anabel Quiñones Aguero