La creciente incidencia de la COVID-19 en el país durante las últimas semanas y las medidas para contrarestar la situación, se analizaron en reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para la prevención y control de la pandemia.
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el miembro del Buró Político del PCC y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, encabezaron el encuentro, en el que se intercambió con autoridades de varias provincias a través de videoconferencia.
Durante el intercambio se evaluó los casos de La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba como los territorios más complicados y se destacó el esfuerzo del personal médico que trabaja en las zonas rojas.
En el caso de La Habana, jurisdicción con notable retroceso en el control, Reinaldo García Zapata, gobernador, informó sobre el alistamiento de capacidades ya dispuestas en los centros de Salud, y sobre los análisis para habilitar más camas en esas mismas instalaciones.
Se trabaja también para elevar la percepción de peligro, incluyendo el incremento de la información a la población en lugares de alta concentración de personas, señaló García Zapata, quien estimó como positivo el reforzamiento de las terapias intensivas con especialistas de otras provincias.
El Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, insistió en intensificar la atención al personal médico que está en las zonas rojas. Son cubanas y cubanos que están dando una «pelea dura», y hay que animarlos, estimularlos, porque no puede haber espacio para el cansancio, reflexionó.
Participaron en la reunión los miembros del Buró Político del Comité Central del PCC (CC-PCC), Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional; Salvador Valdés Mesa, vicepresidente de la República; Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización y Política de Cuadros del CC-PCC; y Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario General de la CTC.
(Tomado de la Presidencia)
