La sincronización al Sistema Electronergético Nacional (SEN) de las centrales termoeléctricas (CTE) Lidio Ramón Pérez, de Felton, Holguín, el viernes nueve de julio, y Antonio Guiteras, de Matanzas, el martes 13 (antes de la fecha prevista), resultan alentadoras noticias en un momento crucial para la nación cubana.
Las molestas interrupciones eléctricas en casi todo el país ocasionadas por averías en esas y otras plantas y en la generación distribuida, y por el incremento significativo de la demanda durante estos días de verano, fueron de los presuntos detonantes de los disturbios promovidos en varias ciudades y poblados por los enemigos de la Revolución, en medio del enfrentamiento a la COVID-19.
Durante más de un año y medio hemos estado sin apagones excepto los que se produjeron por averías de los sistemas de distribución de los sistemas electroenergéticos, recordó en su reciente comparecencia televisiva junto a varios ministros, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel.
Aunque algunos les cuestan trabajo entender, el criminal cerco económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba ha entorpecido la adquisición de piezas de repuesto necesarias para poder realizar un mantenimiento capital en las CTE, la mayoría con varias décadas de explotación.
El propio Presidente explicó al país que el SEN dispone de una generación térmica que trabaja con crudo cubano y otra base de generación distribuida —que apoya los mayores picos de demanda—, la cual funciona con diferentes tipos de combustibles.
Entonces cuando no se tiene los surtidos de combustibles de manera oportuna, se sobrecarga la generación en alguna de esas plantas.
Y este hecho, como señaló Díaz-Canel, la carencia de piezas de repuesto y los financiamientos que no hemos podido recibir, debido a la política cruel y agresiva del bloqueo económico recrudecido y la persecución financiera y energética sostenida, han impedido cumplir los ciclos de mantenimiento.
Aunque ya están reparadas Felton, cuya Unidad 1 estuvo casi cinco años fuera de servicio, y Guiteras, donde la rotura de una caldera condicionó su parada hace 19 días, el proceso de arranque, de por sí lento, se hace por etapas, y ello significa que la sincronización al SEN es de manera paulatina.
Con capacidad para generar unos 300 megawatts (mw) la termoeléctrica matancera es el mayor y más eficiente bloque unitario de su tipo en Cuba, además de que también resultan convenientes su ubicación en la zona occidental del país, donde se concentran las mayores cargas eléctricas, y que consuma crudo nacional por oleoducto, sin necesidad de gastos por transportación.
En la reparación de la planta holguinera, con capacidad de aportar 180 megawatts, el Estado ha erogado 186 millones de pesos, 80 de ellos en importación, y sin obviar las necesarias pruebas antes de entregar la explotación comercial al Despacho Nacional de Carga, por poco que genere, en los intervalos que lo haga, será un alivio indiscutible.
Según Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas, se trata de dos unidades grandes, que en conjunto podrán tributar más de 500 megawatts al sistema electronergético nacional (SEN) en las venideras semanas; por tanto, paulatinamente irá mejorando la situación.
Como informara el Presidente de la República, el país sigue trabajando en los parques eólicos y fotovoltaicos, porque existe todo un programa de inversiones energéticas.
Aunque se ven algunas perspectivas de mejoría –dijo en su reciente comparecencia televisiva- tenemos que planear dos caminos que confluyen: ahorrar con responsabilidad, tanto en el sector residencial como en el estatal, y que el personal de la Unión Nacional Eléctrica (UNE), en el menor tiempo posible, cumpla con los programas de mantenimiento y reparación de las unidades que han estado fuera de servicio en estos tiempos.
Al menos en Guiteras y Felton, sus trabajadores, con el apoyo de fuerzas de los ministerios de Energía y Minas y de la Construcción, acaban de protagonizar una hazaña de extraordinario alcance pues en medio de un escenario, que con sus provocaciones contrarrevolucionarias algunos pretenden enrarecer, empieza a verse la luz.
(Tomado de ACN)