La convicción de que nada nos puede hacer perder el ritmo de trabajo y de que es imprescindible hacer un esfuerzo extraordinario para cortar la alta transmisión de la COVID-19 fueron asuntos medulares orientados por Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, ante el Grupo Temporal de Trabajo (GTT) para el enfrentamiento a la pandemia y el seguimiento de la Tarea Ordenamiento en la capital.
Explicó que debido a la elevada agresividad de las cepas del virus, es necesario cumplir los protocolos sanitarios con exquisitez.
Como claves esenciales citó la importancia de aislar a tiempo a los pacientes contagiados y sospechosos, usar correctamente el nasobuco, emplear las sustancias desinfectantes de forma periódica y cumplir el aislamiento físico y social.
Orientó a los inspectores y otros sistemas de fiscalización chequear con profundidad el acatamiento de las normas higiénicas, sanitarias y de bioseguridad en centros laborales que funcionan ahora y en instituciones sociales.
Tampoco debe descuidarse la labor comunitaria y en especial insistir en lograr una actitud mucho más responsable de las familias en las viviendas, donde hoy ocurre la principal transmisión de la pandemia, que ha llegado a enfermar incluso a muchos jóvenes y niños, a los cuales la COVID-19 puede dejar secuelas irreparables para su salud.
De manera eficiente avanza la intervención sanitaria en la capital, en la cual siete municipios culminaron con la tercera dosis a la posible población a vacunar, mientras otros ocho territorios están entre la segunda y la tercera. Sin embargo, nadie puede desatender las medidas orientadas para esta etapa epidemiológica. Los descuidos cuestan vidas.
Si alguien está vacunado, eso no significa que no pueda enfermarse o transmitir a otros la pandemia.
Además, hay que tener en cuenta que entre embarazadas, infantes y otras personas que están sin vacunarse hay un potencial enorme de capitalinos que pudieran ser contagiados y llegar a estados graves del virus. Por eso el llamado es a ser mucho más responsables y exigentes para proteger a los más vulnerables.
La respuesta hoy debe estar a la altura que exigen estos tiempos, como lo hicieron en la actual semana, integrantes de grupos creativos del Fondo de Bienes Culturales, que al recibir madera entregada por la dirección de Salud, elaboraron gratuitamente unas 170 camas para las nuevas capacidades de aislamiento, las cuales se suman a otras 500 entregadas por el Ministerio de Industria.
O como lo hacen siempre los constructores, quienes rehabilitan instalaciones con ese fi n, sin abandonar programas esenciales de viviendas, reparación de centros y escuelas.
Esta es una obra de todos, defendida por todos, al precio que sea necesario.
Junto al enfrentamiento a la COVID-19, se impone mantener en alto la vigilancia revolucionaria para salvaguardar las conquistas que tanto costaron.
El GTT y otras estructuras gubernamentales y estatales deben preservar vínculos estrechos con la comunidad, con el pueblo; seguir atendiendo de manera prioritaria sus demandas, responder con agilidad a preocupaciones o situaciones de cualquier tipo. Así nos enseñaron Fidel, Raúl y la Revolución.
En La Habana prosiguen estrategias para garantizar la salud, pero también se atienden programas relacionados con la alimentación, mediante el aporte de las formas productivas de la provincia y el control diario a los compromisos pactados con otros territorios.
Lo mismo sucede con el abastecimiento de agua, electricidad y cuanto es vital para la ciudadanía, pese a las limitaciones económicas, ramas evaluadas constantemente por el GTT de la ciudad, también encabezado por el Gobernador Reinaldo García Zapata.
Con la manga al codo se discute cualquier problema y hay obreros y jóvenes que abandonan horas de sueño cuando se trata de garantizar lo esencial para el pueblo.
Nada ni nadie pueden hacernos perder el ritmo de trabajo. La única forma de vencer al cruel e inhumano cerco impuesto a los niños, mujeres, hombres y abuelos de esta Isla rebelde es que el camino a la victoria esté anegado con el sudor, la disciplina y la voluntad de todos.
(Tpmado de Tribuna de La Habana).