De las Oficinas de Registro de Consumidores (Oficodas), en la capital, por estos días han salido satisfechas muchas personas procedentes de otras provincias, pues podrán adquirir en La Habana los productos de la canasta básica familiar normada, aunque hubo quienes no corrieron similar suerte al interpretar erróneamente la normativa sobre tan sensible medida.
Dada la compleja situación epidemiológica que obliga a limitar el traslado de las personas y los trámites que impliquen su movilidad, desde este lunes la resolución 96/2021, del Ministerio de Comercio Interior, autoriza en toda Cuba la constitución de núcleos excepcionales, y en correspondencia se les entrega una libreta de abastecimiento, cuya validez es hasta el 31 de diciembre, lo cual ha tenido una favorable acogida.
A partir de las solicitudes o trámites, particularmente en la capital resultan beneficiados quienes están fuera de su territorio de origen y presenten documentos legales de la vivienda en La Habana, tengan dirección actualizada de aquí y dispongan de la baja de alimentos en otra provincia.
Así, por asuntos personales o laborales muchas personas viajaron y hoy están alquiladas; a otras la epidemia les ha impedido regresar a sus territorios, y hay quienes nunca han sido censados ni repatriados y no aparecen registrados en las Oficodas, sin olvidar que años atrás cuando la situación económica era menos crítica, y no escaseaban los alimentos, había muchos por venta liberada.
Durante un recorrido por varias de esas oficinas, la Agencia Cubana de Noticias constató la buena acogida de la medida, pues como señalaron algunos consumidores tiene un alcance humano, de justicia y demuestra la preocupación del Estado por todos sus conciudadanos, en especial por los niños, las embarazadas y los adultos mayores, al no dejarlos desprotegidos.
Pero en estos primeros días de su implementación también ha habido dificultades como la no cabal interpretación de la resolución entre quienes no provienen “del interior del país”, la no disponibilidad de todos los documentos exigidos al estar cerradas por COVID entidades que los emiten, y la falta de coordinación entre Oficodas y de condiciones allí donde aún no ha llegado la informatización, para tramitar las bajas por correo electrónico, foto escaneada o vía internet.
En La Habana Vieja hubo quienes concurrieron a desglosar la libreta de abastecimiento pues su núcleo es bien numeroso y ello ocasiona problemas de convivencia, y en La Habana del Este algunos se marcharon molestos al no poder resolver su situación pues querían recibir los alimentos, aseos y demás productos normados en ese municipio y no en el aquel otro (de la propia capital) donde están registrados.
Como era de esperar, desde el lunes mucha explicación han ofrecido las trabajadoras de las Oficinas de Registros de Consumidores a los cientos de compatriotas que han ido a realizar los trámites en aras de contar en lo adelante con un núcleo excepcional, sin dejar de trasmitir confianza y esperanza a los inconformes o mal informados.
De cuánto han tenido que crecerse contaron a la ACN las jefas de las Oficodas de la Villa Panamericana, en La Habana del Este; de Compostela y Muralla, en La Habana Vieja; y de Carlos III y Márquez González, en Centro Habana, en las cuales no faltaron quienes expresaron el deseo de que la normativa no solo sea hasta el 31 de diciembre de 2021.
Según la resolución, a las 72 horas de la emisión de la nueva y temporal libreta de abastecimiento, en cuya primera hoja aparece el término COVID, el consumidor puede adquirir el pan, en tanto en el primer mes los productos se compran en la bodega piloto, excepto los cárnicos, huevos y leche, según corresponda, que se sitúan en el establecimiento minorista vinculado.
Como señaló en la mesa redonda informativa Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, en estos 15 meses de enfrentamiento a la pandemia, y en medio del desabastecimiento provocado por la crisis mundial, el impacto del bloqueo norteamericano y la falta de financiamiento por la paralización del turismo, el país ha logrado una estabilidad en la canasta familiar normada.
En estas condiciones o contexto están las causas que también obligan a la adopción de manera excepcional de la mencionada medida, como son el fomento de una emigración interna, de ilegalidades y la necesidad de un nivel de reordenamiento en el comercio y otras esferas de la vida.
(Tomado de ACN/Foto: Tribuna de La Habana).