El boxeador cubano Roniel Iglesias demostró esta jornada desde lo más alto del podio que muchos tenían razón, pero otros no, en relación con su presencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Al respecto, el púgil pinareño de 32 años de edad dijo alto y claro para que todos lo escucharan: “solo los boxeadores sabemos todo el esfuerzo que hacemos para llegar”, y el ring le dio la razón.
“Quienes pensaron que yo no podía llegar aquí ahora tendrán que cambiar ese parecer. Mi familia y mi padrino siempre creyeron en mí, y yo siempre tuve presente qué podía dar y lo demostré ahora”.
“Tuve una preparación muy buena y muy enfocado en esta competencia. Es mi tercera medalla y cada una tiene su importancia. Este oro es para ratificar que soy un atleta de alto rendimiento, y me pone muy feliz conseguirla en esta división de 69 kilogramos (kg), porque es una de las más competitivas en el boxeo”, aseguró.
“Como me vi en esta competencia, creo que llego a París sin ningún problema. No obstante, ahora paso a paso. Quiero participar en el próximo campeonato mundial y ver qé pasa ahí”.
Quienes lo escucharon y vieron este martes sobre el cuadrilátero, donde se arrodilló luego de concluir el combate para, como en una caricia, pasarle la mano enguantada a los cinco aros olímpicos dibujados ahí, estarán seguros de lo que dice y de que podrá cumplir con el sueño de conseguir su tercer título olímpico.
El triunfo dorado no tuvo dudas para ninguno de los actuantes, ya que derrotó 5-0 al británico Pat McCormack, con escenario en el Kokugikan Arena de la capital japonesa y le dio a Cuba la primera medalla de oro del boxeo en estos Juegos Olímpicos.
En la jornada de este miércoles, el capitán Julio Cesar La Cruz avanzó a finales y Andy Cruz pasó a semifinales, etapa en la cayó Lázaro Álvarez.
(Tomado de ACN)