Sobre el escenario su voz perfila matices que muestran los secretos de cada canción que interpreta. Claudio Rodríguez establece una conexión de complicidad indiscutible entre el público que le escucha en Cuba y otras naciones del mundo, a través de las radioemisoras. No obstante, su presencia ha sido gratificada con el aporte de un poco de sí en los vacunatorios como parte del apoyo del sector de la Cultura al proceso de intervención sanitaria en La Habana, en la lucha contra la COVID-19.
“Desde niño sentí una fuerte atracción por la música, me gustaba cantar y escuchar canciones hechas para mayores. Recuerdo con mucho cariño algo que me marcó y es que cuando tenía como 11 o12 años le pedí a mi abuela que me llevara a ver el Festival Boleros de Oro en el Teatro América. Esa noche por allí desfilaron grandes figuras, pero hubo un artista que me cautivó y fue el maestro Sergio Farías. Cuando salió al escenario la ovación fue tan grande que me impresionó mucho, además de su hermosa voz. En ese instante pensé: ‘Yo quiero ser como él’ y definitivamente ese momento me marcó. El tiempo pasó, crecí y casi con veinte años de edad descubrí que podía cantar, que brotaba la voz, algo que soñé toda la vida; no fue hasta ese momento que empecé a notar que cantaba bien”.
La mayoría de las emisoras radiales de Cuba, en espacios dedicados a la música te ubican en sus listas de éxitos. ¿Cómo valoras estas referencias mediáticas en tu preparación artística y la difusión de tu obra?
— Me siento muy agradecido del trabajo realizado por los medios de difusión y, en este caso, la radio ha sido un pilar importantísimo en mi carrera, tengo la dicha de que mi música suene en casi todas las emisoras del país y eso ha aportado mucho a mi labor profesional, pues han dado a conocer mis canciones. Es por eso que siento un gran cariño por la radio y por todos los que en ella laboran, pues me han ayudado mucho. Recibir ese apoyo, siempre de manera incondicional, me motiva a prepararme cada día más y reafirma mi compromiso de entregar un producto musical cada vez mejor. Vale decir que sin las hermosas canciones que el maestro Germán Nogueira ha escrito para este servidor nada hubiera sido posible.
Se te considera un alumno aventajado del profesor de canto Edilio Hernández, tenor fundador del Teatro Lírico Nacional de Cuba. ¿Cuánto aportó a tu carrera esta preparación?
—Me aportó muchísimo. El maestro Edilio Hernández fue uno de los mejores cantantes de ópera de este país, se graduó de la mundialmente famosa Accademia Teatro alla Scala de Milán, Italia, donde recibió clases de Luciano Pavarotti. Como maestro en diferentes escuelas de nuestro país, su labor es recordada por muchos profesionales del canto.
(Tomado de Tribuna de La Habana)