Rafaela Balanza
Fotos: Tomadas de Internet
Por La Habana Vieja, en el Centro Histórico de la capital cubana, desanda hace ya más de 30 años, el alma de una mujer de luz Isabel Bustos Romoleroux, chilena, de nacionalidad ecuatoriana y cubana por adopción. Directora general, profesora y coreógrafa de la compañía Danza Teatro Retazos, una de las más prestigiosas de la isla. Desde la calle Amargura, en la zona más antigua de la ciudad, en Las Carolinas, dibuja su historia la Premio Nacional de Danza 2012.
«Estudié ballet clásico en la escuela Nacional de Arte de La Habana y coreografía en la Universidad de La Sorbona de París. Seguí mi destino, yo sabía que era Cuba, y fui profesora en la Escuela Nacional de Danza Moderna y en la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte.
« Un día de 1987, en la sala de mi casa nace Retazos; allí nos reuníamos los colegas para ensayar, para soñar. Luego las calles de la vetusta Habana se convirtieron en el espacio favorito, su arquitectura, sus museos, parques me enamoraron y así comenzó este romance.
«Anduvimos sin plaza fija, como nómadas, nutriéndonos de la alegría que provocábamos en los habitantes de este pedazo de Patrimonio de la Humanidad. Nos convertimos en un grupo de danza-teatro callejero.
«Así fuimos creciendo y en el 2005 con el apoyo de Eusebio Leal, nuestro principal patrocinador, parimos el hogar de Retazos. El reto entonces fue crear un espacio artístico y de gestión cultural, dedicado a la danza teatro, abierto a otras disciplinas y que tuviera como prioridad la retroalimentación permanente con la cultura de la comunidad.
«Desde ese momento, establecimos una variedad de plataformas interconectadas, con el fin de apoyar el desarrollo danzario a través de novedosas herramientas educacionales».
Retazos se define como un proyecto sociocultural de danza con experiencia escenográfica y docente, un agente cultural sin fines de lucro, un escenario para la creación, el intercambio, la investigación, el desarrollo artístico de jóvenes talentos, desde un enfoque transformador.
Marcada por la huella de Bustos, la compañía muestra una singular proyección escénica, un lenguaje intimista que se expresa a través de una danza reflexiva e impredecible desde su gestualidad e imagen, revelando un camino a la espiritualidad.
«Hemos mantenido nuestra casa abierta a la comunidad, a todos los que están dispuestos a someterse a los caprichos de la danza, cada abril desarrollamos el evento internacional Habana Vieja, Ciudad en Movimiento, participan compañías del mundo entero y cubre un amplio espectro de tendencias y manifestaciones, incluyendo exposiciones, conciertos, cursos, talleres, conferencias.
«También desarrollamos el Festival Impulsos dedicado a los más jóvenes y el DVdanza para el audiovisual. En el 2012 surge Tránsitos Habana, jornadas de intercambio cultural con artistas escandinavos. En sentido general lo que buscamos, y creo que hemos conseguido, es incentivar y promover la creación artística, hacerla asequible, formativa y estimulante para la vida cotidiana de la comunidad y revalorizar el patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de la ciudad».
La humildad caracteriza a Isabel Bustos, un ser que reconocemos en sus obras Un corazón que palpita, Quimeras, Las lunas de Lorca, Espérame en el cielo, Momentos, entre otras. Una mujer toda pasión, vitalidad, perseverancia, que tiene como única intensión tocar el alma de la gente y ver garantizado el futuro de Retazos con jóvenes talentosos.
La Premio Nacional de danza 2012 ha compartido magisterio con bailarines de México, Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Ecuador y ha creado coreografías para prestigiosas compañías, pero como ella misma dice: «La Habana se ha convertido en su lugar en el mundo, esta ciudad, este país me inspiran también cuando pinto, escribo o realizo algún audiovisual. Aquí me siento plena, aquí vibro, aquí se ha nutrido y ha crecido mi vida».
La vocación de Isabel Bustos ha marcado derroteros nuevos para la danza-teatro; su iniciativa artística, a partir del gesto natural y cotidiano, ha encontrado un lenguaje especial para expresar contradicciones, acontecimientos y desafíos de estos tiempos.
Ella ha penetrado en el entramado danzario de Cuba más allá de su orbe personal; su obra repercute y la coloca en el sitial que solo una mujer de luz puede alcanzar.