Habitantes del barrio La Corea, de San Miguel del Padrón, dan cariñosa bienvenida al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
—El único Presidente que ha caminado las calles de los pobres ha sido Usted —decía apretándose el corazón y enjugando sus lágrimas de alegría la señora Alejandra Revoledo.
—No, no he sido yo. Esto siempre lo hicieron Fidel y Raúl; cada quien en su tiempo —le respondió Díaz-Canel agradecido, pero como queriendo situar la historia en su justo lugar, mientras se acercaba a la dama que cariñosa quería tocarlo con sus manos.
«Frases de vecinos» —alegres y bullangueras, buenas todas, en su mayoría vernáculas o religiosas— acompañaron al Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista en su andar por varias cuadras, donde fue saludando, uno a uno, a las decenas y decenas de personas de todas las edades que lo esperaban en las aceras.
A media mañana, Miguel Díaz-Canel Bermúdez llegó al barrio de La Corea —en el municipio de San Miguel del Padrón—, uno de los 65 de la capital que viven un proceso de transformación radical desde adentro, desde la fuerza endógena que poseen, y con el apoyo de varios organismos de la administración central del Estado, que aquí están liderados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
Antes de que el Presidente de la República hiciera su recorrido para comprobar con sus ojos y con la gente lo que se hace y hará, Siul Enriques Bernal, primer secretario del Partido Comunista en el municipio, explicó al Presidente de la República las problemáticas del barrio, definidas por los trabajadores sociales y los factores de la comunidad.
En este punto Díaz-Canel fue enfático al indagar sobre la participación de la población en el proceso de identificación de las dificultades que padecen y cómo solucionarlas.
Quien decide es la población; es la que define las prioridades, y los delegados, como sus representantes, deben llevar lo consensuado a la asamblea municipal del Poder Popular, órgano representativo que es la máxima autoridad estatal y gubernamental en los territorios, reflexionó el Jefe de Estado.
En la visita a La Corea, el mandatario fue acompañado por Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido Comunista en La Habana; Reinaldo García Zapata, gobernador de la capital, y Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del INRH.
BARRIO EN TRANSFORMACIÓN
Estructurado por las circunscripciones 20 y 21, y parte del consejo popular Luyanó Moderno, en La Corea viven unos 15 mil cubanos y cubanas. Es una población predominantemente adulta, de entre 35 y 60 años de edad, donde los varones son mayoría.
La infraestructura social y de servicios incluye tres consultorios médicos, tres bodegas, una panadería, una panera, dos puntos de venta de productos del agro, una farmacia, un centro cultural (centro de transformación del barrio), dos escuelas, una de ellas para niñas y niños que requieren atención especial y donde está inscripta la mayoría de los menores de edad de San Miguel del Padrón con estas necesidades.
Entre las problemáticas identificadas y sobre las que había que actuar, están:
- Marcado deterioro del fondo habitacional, de las instituciones de salud, educación, comercio y gastronomía, así como de la infraestructura que garantiza servicios básicos como el agua, la electricidad y el saneamiento ambiental.
- Insuficiente urbanización, con una infraestructura vial que no satisface los requerimientos mínimos para un asentamiento poblacional urbano.
- Bajo desarrollo social y educativo en una parte importante de la población.
En el levantamiento realizado se definieron inicialmente 116 viviendas en estado crítico y se trabaja en dar respuesta a las urgencias, como las de madres solteras con más de tres hijos y otras personas muy vulnerables.
Se prevén ayudas a madres solteras con dos hijos; se han eliminado pisos de tierra; y varias decenas de familias han podido regularizar su situación tras la legalización de las viviendas que cumplen los requisitos de habitabilidad, incluyendo la entrega de la libreta de abastecimiento.
Además del apoyo de los organismos, la reanimación del barrio descansa también en sus propios pobladores. De los 456 desempleados que vivían aquí, cerca de medio centenar ya se incorporó a las brigadas de trabajo como albañiles, ayudantes y en otros oficios en los que se les está capacitando.
Las labores en las redes de acueducto y alcantarillado superan los tres kilómetros de tubería instaladas, el asfaltado de las calles avanza cuadra a cuadra y las nuevas aceras también, cambiando la imagen de la barriada, aunque muchas de las casas «puerta de calle» necesitan más de un arreglo todavía (y no solo afeites requieren).
Julio Tacher Lorazabal es el delegado de la circunscripción 21, se le ve satisfecho por lo que se está haciendo en la comunidad, donde fueron definidas inicialmente 84 acciones, se han concluido 38 y el resto está en proceso.
Era muy necesario «transformar el entorno para transformar la mentalidad », dice reflexivo el mulato, que aún joven, es dueño de la serenidad y sabiduría de una población mayoritariamente negra que se asentó por estos lares allá por los años 60 del pasado siglo.
Al evaluar lo realizado hasta ahora, el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó cuánto se ha podido hacer en apenas dos meses, lo que demuestra cuánto se puede hacer, pero el reto ahora es no parar y mantener lo que tenemos, indicó.
(Tomado de ACN/Fotos: Estudios Revolución).