La ciudad en su eclecticismo marcada por la belleza, la singularidad y la poesía ha sido captada por el fotógrafo francés Franck Delorieux, quien es el autor de la exposición Miradas a La Habana, que se exhibe por estos días en la Casa Víctor Hugo en colaboración con la Alianza Francesa.
Según afirma la nota de prensa divulgada por la institución, este trabajo resulta una especie de “suite habanera”, pues se constata en cada pieza la gran riqueza visual de la mítica urbe caribeña.
Destaca el director general de la Alianza Francesa en Cuba y curador de la muestra, Marc Sagaert que en esta entrega el autor vuelve a revelar el espacio citadino por la agudeza del ojo que mira, y descubre la singularidad de cada espacio.
“La Habana es, sin dudas, una ciudad que atrapa y fascina, a veces misteriosa y sutil, pero siempre cargada de temperamento y memoria. Franck Delorieux conoce esa sensación.” –aseveró Sagaert.
Para el especialista las fotografías de su coterráneo resultan un “homenaje hermoso a este sitio que bautizó con excepcional talento creativo y donde hoy, finalmente, disfrutamos de una selección de obras escogidas desde el respeto a esta isla que lo recibió en su visita en 2012”.
A través de esta muestra descubrimos un cúmulo de sensaciones que cobran vida en cada fotografía, una visión valiosísima de la ciudad y un profundo respeto por sus barrios y su gente, por ello, el curador subrayó:
“El elegante manejo de arquitecturas y sitios que realiza Delorieux, ofrece un amplio abanico de soluciones artísticas. Descubrimos cuidadosas composiciones geométricas, encuadres perfectamente calculados y una vocación intimista en los detalles de una ciudad imaginativa y creadora”.
Es válido destacar que el artista galo se distancia de ideas preconcebidas al respecto de lo cubano y la cubanidad y logra explorar y constatar la gran diversidad de expresiones culturales de esta nación.
De sus lugares preferidos de la urbe capta hermosas instantáneas de la barriada de El Vedado, Centro Habana y La Habana Vieja.
También se sorprende la mirada ante el malecón con sus visitantes que desafían las imponentes olas y por el entorno patrimonial que resguarda la ciudad expresado en columnas, edificios antiguos, monumentos y vitrales.
Sin lugar a dudas, es Miradas a La Habana un merecido homenaje a la urbe y sus protagonistas, a la labor creadora y restauradora que se realiza y a la extensa colaboración entre el país galo y nuestra isla.
Pero también es una invitación a sentir la capital desde la revelación y la experiencia artísticas, y a enamorarnos de esta ciudad que miramos todos los días, donde se mezclan los sueños y las esperanzas, entre el bullicio de las callejuelas irregulares y de personajes surrealistas.
(Tomado de Radio Enciclopedia)