Las autoridades capitalinas han hecho un llamado dirigido a recuperar atrasos en el proceso de inmunización contra la COVID-19, con el propósito de que nadie entre quienes forman parte del universo definido quede excluido, ya sea por negligencia o falta de gestión persuasiva con aquellos que se han negado.
Vacunarse disminuye los riesgos considerablemente, ¡salva!, está demostrado, lo cual dicho en palabras de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Comité Provincial del Partido, significa que la cifra de personas no intervenidas tienen mayores probabilidades de enfermarse, e incluso morir, y con ello volver a complicar la situación epidemiológica del territorio, y por consiguiente del país.
Tanto Torres Iríbar como Reinaldo García Zapata, Gobernador de La Habana, indicaron crear equipos multidisciplinarios en la base, dedicados a visitar, puerta a puerta, a todos y cada uno de quienes, aun cuando debían tener suministrado la vacuna, todavía no la han recibido, y es menester argumentarles hasta llevarlos al convencimiento de la conveniencia de protegerse, de manera inmediata.
Los directivos de Salud de los municipios de Diez de Octubre, Arroyo Naranjo, Regla, La Habana del Este, localidades con la mayor cantidad de pendientes, enumeraron las causas alegadas por los morosos (falta de confianza, salida definitiva del país, motivos religiosos, en lo fundamental), y explicaron la estrategia que siguen para cambiar lo que constituye un absurdo por lo aconsejable, y finalmente accedan a someterse a la protección, al menos, la mayoría de las más de 1 300 personas que no han dado su aprobación, entre quienes se cuentan gestantes, lactantes y niños no autorizados por sus progenitores.
Hasta el 13 de octubre, en la capital recibieron la primera dosis, más de dos millones de residentes en el territorio, el 95,4 % de los posibles; quienes están en la segunda dosis, superan 1,6 millones (78 %); la tercera había sido suministrada a 1,4 millones (70 %), y 1,5 millones (73,7 %) tenían completado el esquema.
Al evaluar la situación del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), el doctor Fernando Trujillo Sánchez, de la Dirección Provincial de Salud, informó que hasta el 12 de octubre, la ciudad reportó 12 255 nacidos vivos, 1 186 menos que en el 2020. Asimismo resulta lamentable la negatividad de algunos indicadores con respecto al año anterior.
Después de escuchar las 20 medidas dirigidas a lograr mejoría en estos indicadores del PAMI, que en sentido general prevén mayor control y seguimiento a las embarazadas y al mismo tiempo un reforzamiento de la atención y cuidados, Torres Iríbar habló de la conveniencia de rescatar muchas cosas, que en ambas direcciones, se han perdido y puntualizó que es menester cosas urgentes, con un interés inmediato, pero también, fortalecer las estrategias, en busca de la eficacia sostenida de los resultados.
Y en referencia a los nacimientos con bajo peso, puso como ejemplo el apoyo alimenticio a las gestantes por parte de centros laborales y cooperativas enclavadas en la comunidad, una práctica que estamos obligados a rescatar, acotó.
Por su parte, García Zapata orientó hacer una reunión de chequeo y análisis, un día de cada semana, con la participación de todos los factores actuantes, para posteriormente evaluar lo que de ella se derive en el GTT de la capital.
(Tomado de Tribuna de La Habana).