El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma), señaló esta jornada que, tras un estudio comparativo con imágenes satelitales del Jardín Botánico Nacional (JBN) se pudieron evidenciar cambios favorables en la cobertura vegetal del lugar.
Reseña el sitio web del Citma que según explica el autor principal del estudio, el biólogo Fermín Felipe, el 60 por ciento (%) del territorio del jardín se encontraba en la década del 80 con valores del Índice de Diferencia Normalizada de Vegetación y el Índice de Vegetación Mejorado entre bajos y medios.
No obstante, para el año 2000 el jardín contaba con un 62% del área con índices de vegetación altos, y en la actualidad más del 90% del área del Jardín Botánico Nacional tiene niveles considerados como muy altos.
Destaca el artículo que exhibir estos altos índices de vegetación pondera la importancia ambiental de los jardines botánicos y demás entornos verdes citadinos.
Por su parte, el director del JBN, Carlos Manuel Pérez Cuevas, destacó que estos estudios con imágenes satelitales son claves para trazar estrategias futuras del Centro.
Luego de más de 50 años de desarrollo, muchos de los 180 mil árboles y arbustos que fueron sembrados en el jardín durante su desarrollo inicial han llegado a su madurez, algunos se encuentran ya en las etapas finales de su ciclo natural de vida, enfatizó.
Y agregó que mantener estos gratificantes índices de vegetación, que reflejan los beneficios ambientales de un centro como el JBN, solo se logrará con una estrategia de mantenimiento y reposición de las colecciones.
Sobre la proyección del JBN, detalló que en estos momentos se trabaja en la planeación estratégica, con un particular énfasis en las necesidades de renovación de las diferentes colecciones del jardín.
En tal sentido se destacan los nuevos viajes de colecta, procesos de aclimatación y aviveramiento, siembras masivas de árboles y el monitoreo de la supervivencia.
Para el estudio se emplearon 535 imágenes satelitales de la zona del Jardín Botánico desde 1984 hasta 2020; y se trata de una colaboración entre investigadores del JBN y la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana.
(Tomado de ACN)