Vida nueva en La Fraternidad

El niño miraba aquella casona que se levanta majestuosa a la distancia, en la salida del barrio de Mantilla, en Arroyo Naranjo. Dicen sus padres que era de un hombre rico de otra época. El pequeño no sabe que se trata del Castillo de Averhoff, erigido a principios del siglo XX por el magnate Ernesto Sarrá, para regalárselo a su hija, antes del matrimonio. Eran tiempos cuando los acaudalados podían darse ciertos lujos, mientras otros tragaban en seco, desde la pobreza.

Sin embargo hoy, el pequeño ve cómo cada mañana llegan hasta aquellos predios hombres en camiones para levantarle lo que para él será también su castillo: la casa con la que tanto soñaron sus padres.

Son integrantes de la Empresa Contingente de la Construcción Blas Roca, de la capital, quienes edifican o transforman 198 viviendas en la Comunidad de Tránsito La Fraternidad, ejecutadas con el sistema del tipo Sandino, el cual garantiza ganar en agilidad en las operaciones y facilita el ahorro de acero y recursos.

Una de las naves de los albergues será aprovechada para crear centros de servicios: bodega, consultorio médico, farmacia, mercado.

Foto: Ricardo Gómez

Lo que más le llamó la atención al niñito, acompañado por su mamá, fue oír que es posible que les hicieran hasta un parquecito, rodeado por jardines.

Acerca de la importancia de facilitar todas las condiciones posibles para que las familias tengan una estancia grata, dialogó con los vecinos y autoridades locales, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana.

Insistió en la necesidad de que sean viviendas confortables, amplias, con sus aceras, servicios de agua, electricidad. Todo ello concebido en uno de los momentos más difíciles de la Revolución, debido a las limitaciones económicas ocasionadas por el bloqueo de Estados Unidos y el enfrentar una dura pandemia.

Foto: Ricardo Gómez

Acotó que le gustaría que las familias participen en la construcción, para que exijan mayor calidad en lo que se hace.

También pidió a los directivos hacer un levantamiento de la situación social de la comunidad, saber quiénes son las personas vulnerables, madres solas con más de tres hijos, con el fin de que el Gobierno les ayude, al igual que calificó de vital que las organizaciones de masas funcionen.

Kirenia Pomares Aldama, Intendente de Arroyo Naranjo, explicó que en el municipio existen ocho comunidades de tránsito y por el momento trabajan en seis. El programa de ese territorio contempla ejecutar en esas zonas más de 770 viviendas, progresivamente, en los próximos meses.

Casas dignas que acogerán a pequeños príncipes de estos tiempos, que erigen su propio futuro en una vida nueva, desde la humildad de sus familias y con el apoyo de un proyecto social que piensa en todos.

Foto: Ricardo Gómez
Foto: Ricardo Gómez
Foto: Ricardo Gómez

(Tomado de Tribuna de La Habana)

Compartir en redes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Últimas Noticias