Cuba honra a Alicia Alonso en Día Iberoamericano de la Danza

Por segundo año, el Día Iberoamericano de la Danza celebra el legado imperecedero de la maestra, coreógrafa y prima ballerina assoluta de Cuba, Alicia Alonso, en el aniversario 101 de su natalicio.

Para rememorar la influencia de la artista cubana más reconocida a nivel mundial, el Ballet Nacional de Cuba prepara varios homenajes a su excepcional fundadora en colaboración con otras instituciones como el Museo Nacional de la Danza, la Casa de la Obra Pía y el Museo Nacional de Bellas Artes.

Sobresale la exposición fotográfica del argentino Óscar Pipkin, residente en España,conformada por instantáneas que recrean la presentación de dos leyendas de la danza del siglo XX: Alicia Alonso y Rudolf Nureyev, un gran evento cultural ocurrido en Palma de Mallorca, en 1990.

La muestra, que tendrá su apertura mañana en el Museo Casa de la Obra Pía en La Habana Vieja, registra la primera y única vez que ambos bailarines unieron su talento en dicha presentación para ejecutar la pieza Poema del amor y el mar, de Alberto Méndez con música del francés Ernest Chausson.

Otra iniciativa relevante será el conversatorio sobre el libro «El arte coreográfico de Alicia Alonso”, del doctor Pedro Simón Martínez, publicado recientemente por ediciones Cumbres de Madrid y, en esta ocasión, involucra las intervenciones de los críticos cubanos Pedro de la Hoz y Yuris Nórido.

La presentación con sede en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes incluirá la entrega de ejemplares a distintos especialistas y personalidades que contribuyeron a la obra así como la donación a importantes bibliotecas del país, a partir del 29 de diciembre.

El autor no solo acopió 800 páginas con notables ilustraciones y valoraciones especializadas en torno al quehacer coreográfico de Alonso, también resaltó su sólida formación como una bailarina respetable, que la llevó a desarrollar un estilo propio y luego, a perpetuar el ballet dentro de la cultura cubana.

Junto a los hermanos Fernando y Alberto Alonso, fundó -en la década de 1940- la primera compañía profesional en Cuba, cuando ese arte era escasamente comprendido en las sociedades latinas y en el país donde persistían contradicciones y prejuicios sociales alrededor de esa manifestación danzaria.

Alonso respaldó la revolución social iniciada en 1959, y derribó obstáculos hasta alcanzar la fama por sus prodigiosas actuaciones y la manera particular de adueñarse de la técnica, que la convirtieron en una leyenda hasta el momento de su muerte, el 17 de octubre de 2019.

(Tomado de Prensa Latina).

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