El municipio de La Habana Vieja vuelve a ser lugar de atracción para cruceristas, atraídos por la arquitectura y calor humano de quienes habitan en el corazón histórico de la capital cubana.
Lugares emblemáticos como El Floridita, La bodeguita del medio, el Patio o la Casa del Ron se alistan para la reanimación económica que representa el regreso del turismo a esta zona de la ciudad, luego de un año de afectaciones por la COVID-19 y las restricciones financieras del gobierno de Estados Unidos sobre el pueblo antillano.
Asimismo, los emprendedores vuelven a mostrar sus productos plenos de cubanía en plazas como la de la Catedral, de Armas y Plaza Vieja, y se reaniman populosas arterias como Obispo o Mercaderes, por donde se pasean llenos de coloridos la compañía Gigantería y toman puestos habituales las estatuas humanas con su arte.
Encabezado por los beneficios del turismo, el territorio tiene planes de desarrollo económico y fortalezas como el encadenamiento local de entidades e industrias, en los cuales se integran las recién creadas micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y múltiples proyectos, algunos inclusive con participación extranjera.
Entre sus perspectivas para 2022, La Habana Vieja tiene también los proyectos sociales relacionados con la construcción de viviendas, la entrega de subsidios, así como la reanimación de barrios en los consejos populares como sucedió en el 2021, en el cual, a pesar de la pandemia, sitios como Jesús María, Catedral y San Ignacio recibieron mejoras con el apoyo principalmente de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y del Gobierno municipal.
(Tomado de Radio COCO/Foto: Tomada de Internet).
