Este 23 de agosto, en el Palacio de Lombillo, quedará inaugurada la exposición El máximo apóstol de nuestras libertades. José Martí en Emilio Roig, en homenaje al aniversario 133 del natalicio del primer historiador de La Habana, Emilio Roig de Leuchsenring.
La muestra, que estará disponible también en formato virtual, fue curada por un equipo de expertos en patrimonio documental e incluye documentos de las más disímiles tipologías.
Esta expo abarcará igualmente la obra periodística y como historiador de Roig, en la salvaguarda de la figura de Martí, la cual cubre referentes documentales fechados entre la década de 1920 hasta la muerte de Roig en 1964, con especial énfasis en las acciones desarrolladas para celebrar el centenario del Apóstol.
La nueva entrega se suma a otras iniciativas de la Dirección de Patrimonio Documental desde hace más de una década, para rendirle homenaje al fundador de la Oficina del Historiador, en nombre de todos los trabajadores de esta institución y se inspira en la tradición, iniciada en los años 60 del siglo XX, que celebra «siempre su nacimiento, nunca su muerte», según repetía siempre el historiador Eusebio Leal Spengler, continuador de la obra.
Roig de Leuchsenring, nació el 23 de agosto de 1889, en La Haba, donde falleció el 8 de agosto de 1964.
Fue designado como el primer Historiador de La Habana en 1935. Aunque no militó en partido alguno, estuvo siempre en el grupo de vanguardia de la sociedad, comprometido con las causas justas y democráticas. Se unió a organizaciones como la Liga Antiimperialista de Cuba, fundada por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, y en el Grupo Minorista, donde cierran filas junto a Rubén Martínez Villena y Juan Marinello, como escritor revolucionario junto a Alejo Carpentier.
Al año siguiente (1936), a iniciativa suya, se creó la Oficina del Historiador de la Ciudad, de cuya organización se hizo cargo. Se ocupó además de las ediciones de esta oficina, como los Cuadernos de historia habanera, las Actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana y la Colección histórica cubana y americana.
Desde esta y otras instituciones culturales que dirigió, unió a los intelectuales de todas las tendencias en pro del rescate de la historia y los valores nacionales, contra el colonialismo y el imperialismo. Para ello desarrolló el estudio científico de la Historia de Cuba. Luchó y logró la preservación y restauración de lugares patrimoniales. Dictó conferencias en eventos nacionales e internacionales, trabajó incansablemente a favor de la paz y la igualdad social en Cuba y el mundo.
(Tomado de Tribuna de La Habana)