Cuando Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital, llegó al barrio Moro-Portocarrero, en Mantilla, Arroyo Naranjo, preguntó a la delegada del Poder Popular cómo avanza la transformación y cuáles son las principales preocupaciones de los vecinos.
Junto al hogar de Lucy, levantaron otro para Yanet con más de tres hijos, que también tenía dificultades, y el de Yolanda, con cinco niños, así como otras intervenciones en siete edificios de la zona.
Torres Iríbar explicó que la prioridad es para los asuntos que afectan a todos, tal es el caso de los más de 380 metros de acciones hidráulicas, en tres lugares diferentes.
Este jueves quedó inaugurado un centro comercial donde está la bodega, carnicería y panera; continúan la ejecución de aceras y realizan un teatro guiñol, que funcionará para otras actividades culturales y gastronómicas.
En la nueva oficina de trámites son atendidos los que llegan a plantear problemáticas con la vivienda, libreta de consumidores y abasto de agua.
Asiris Bermúdez Luwin, delegada de la Circunscripción 10, explicó que en el último año remozaron la farmacia y el consultorio del médico y la enfermera de la familia.
Yanet Hernández Pérez, vicegobernadora de la ciudad, señaló que existen condiciones para seguir avanzando en la política demográfica, con prioridad para los casos más vulnerables y aquello que afecta a la comunidad.
Torres Iríbar, en diálogo con vecinos que le rodearon, confesó que ve ahora un ambiente de trabajo e incluso la participación ciudadana permite que todos entiendan y confíen en el alcance y relevancia de las obras.
Transforman comunidad de tránsito El Comodoro
Yakima Armenteros es una mulata con cuatro niños y un nieto, que vivía en Párraga, y perdió su cuartico por deterioro, pero ahora reside en la comunidad de tránsito El Comodoro, donde le enseñó a Luis Antonio Torres Iríbar la libreta de abastecimiento nueva que le entregaron.
Allí transformaron o entregaron casas a 69 familias y hay otras 16 en ejecución, de un total de 279 previstas.
En la zona ejecutaron dos kilómetros de tubería principal, uno y medio de alcantarillado y seis registros de agua, para solucionar problemas de abasto, aunque falta hacer tramos para interiores de algunas casas, labor en la que apoyarán a familias de bajos recursos, dijo Leonel Díaz Hernández, director general de Aguas de La Habana.