Expertos cubanos evaluaron este viernes el impacto de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) en su etapa fundacional de 1962- 1972 y rememorarán el centenario del doctor Antonio Núñez Jiménez (1923-2023), considerado el cuarto descubridor de Cuba.
Uno de ellos, Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia, de la Sociedad Meteorológica, comentó a la Agencia Cubana de Noticias que la constitución de la Comisión Nacional de la ACC devino en acontecimiento significativo.
Añadió que por aquella época sobresalió en la gestión el doctor Armando Hart Dávalos, entonces Ministro de Educación, quien guio la convocatoria y los primeros momentos del proceso para la Comisión Nacional, que encabezó Núñez Jiménez en atención a su prestigio en la intelectualidad y como dirigente afín.
El hecho formó parte del ingente movimiento social, económico y cultural que caracterizó los años iniciales de la Revolución Cubana, aseguró, y relacionó elementos que caracterizaron su envergadura, entre ellos planes y programas para la medicina social y rural, una campaña de vacunación en ciernes, acababa de finalizar una gesta alfabetizadora y se adelantaba la reforma universitaria, recordó.
Solo quedaba completar aquel movimiento, continuó, con el conocimiento exhaustivo del espacio geográfico del país y sus recursos naturales, y acompañar desde la ciencia los colosales programas proyectados para el desarrollo agropecuario de la nación, promovidos por el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Desde entonces, el grupo nacional comenzó por crear institutos de investigación, que marcaba diferencias con el esquema clásico de las academias de ciencias en otras partes del mundo, algunos de los cuales permanecen aún en actividad y han aportado conocimiento científico y tecnológico, a más de propiciar la formación a miles de profesionales e investigadores.
Para su formación se escogieron a 10 relevantes intelectuales, liderados por el doctor Antonio Núñez Jiménez, que desempeñó una extraordinaria labor organizativa, no solo en los primeros momentos, sino a lo largo de la década en que se mantuvo a su frente.
Un reconocimiento especial recibió en esta capital en febrero pasado la institución por cumplirse el aniversario 60 de su formación, que contribuyó en fecha tan temprana a la formación de un sistema que acumularía conocimientos para emplearlos en beneficio del pueblo.
La actual ACC es la sucesora de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, fundada el 19 de mayo de 1861 por el médico-cirujano cubano José Nicolás Gutiérrez Hernández (1800-1890).
Sin embargo, para su creación tuvo que esperar cerca de 40 años de intentos frustrados por la corona española.
Núñez Jiménez (1923-1998) llegó a ser un eminente geógrafo, arqueólogo y espeleólogo cubano, a quien la Sociedad Espeleológica de Cuba y la Sociedad Cubana de Geografía le otorgaron en 1995 la condición de Cuarto Descubridor de Cuba.
Cristóbal Colón ostenta desde hace siglos el título de descubridor de Cuba, en tanto el barón Alejandro de Humboldt, revisó la Isla en sus visitas de 1800 y 1804 y mereció del insigne educador José de la Luz Caballero el calificativo de segundo.
Fernando Ortiz, de obra monumental en todos los órdenes de la vida cubana, constituyó el tercero por definición del ensayista Juan Marinello.
(Tomado de la ACN/ Fotos: Redacción digital de Canal Habana)
