Parajudocas cubanos de ocho-ocho en panamericano de Canadá

Los ocho parajudocas de Cuba que participaron este fin de semana en el Campeonato Panamericano de Judo de IBSA de Edmonton, Canadá, conquistaron ocho medallas, distribuidas en dos de oro, dos de plata y cuatro de bronce.

Senén Ramos, entrenador principal de la selección nacional masculina, informó que José Manuel Romero, en los 73 kilogramos (kg), categoría J2, y Yordenis Fernández Sastre (+90 kg/J2), conquistaron los títulos.

Ramos agregó que los metales plateados fueron para Sheila Samarian Hernández (+70 kg/J2), atleta discapacitada femenina cubana más destacada de 2022 y medallista de plata mundial en Bakú, Azerbaiyán, y Arianna de la Caridad Echavarría (70 kg/J1).

Las preseas bronceadas correspondieron a Yonaldi González (73 kg/J1), Yennis García (60 kg/J1), Reinaldo Zamora (90 kg/J1) y Dainelis Calunga (57 kg/J2), bajo la dirección también de Ibis Dueñas, preparadora principal del equipo nacional femenino.

De muy positiva calificó Ramos la actuación de los cubanos, quienes cumplieron al ciento por ciento el objetivo previsto, ya que todos consiguieron medallas y puntos para el ranking mundial, de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Fue un torneo muy fuerte, ya que todos los participantes llegaron a la ciudad canadiense con la mira en el certamen multideportivo parisino.

Al respecto, el destacado entrenador recordó que el listado del orbe decide los 10 parajudocas mejor ubicados que asistirán a la cita bajo los cinco aros –sin repetir representantes de los países-.

También adelantó la importancia de la participación de los cubanos en los eventos programados para 2023 y principios de 2024, ya que el cierre del ranking será el 30 de junio de 2024.

Debemos competir -añadió- para seguir mejorando en el listado que próximamente se actualizará y se dará a conocer por la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA, por sus siglas en inglés).

Para competir en el ciclo hasta París 2024, IBISA puso en vigor desde el primero de enero un nuevo sistema de evaluación médico-funcional que ahora tiene solo dos clases: J1 (agudeza visual de menos o igual a LogMAR 2.6 en visión binocular) y J2 (agudeza visual dentro de un rango entre LogMAR 1.3 y 2.5 con visión binocular, o con un campo visual binocular de 60 grados o menos de diámetro).

Hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 compitieron por igual atletas B1 (ciegos), B2 (débiles visuales profundos) y B3 (débiles visuales) en siete divisiones masculinas y seis femeninas.

(Tomado de ACN)

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