Medidas para mejorar el transporte público en la capital cubana

El transporte público fue uno de los sectores más deprimidos durante el pasado año 2022. Entre los principales problemas que enfrenta este sector en La Habana se encuentra la baja disponibilidad técnica de ómnibus, dificultades con el abastecimiento de combustible, entre otros factores.

Debido a esto, varias de las rutas alimentadoras se han visto afectadas y prestan servicio con solo un ómnibus.

Según las autoridades de este ramo, para ofrecer un servicio adecuado en la ciudad se necesitan más de 700 vehículos, lo cual permitiría una disponibilidad de equipos por encima del 95 por ciento.

No obstante, en estos momentos la Empresa Provincial de Transporte opera con aproximadamente 297 carros y cerca de 589 se encuentran paralizados.

Si bien es cierto que la difícil situación económica que atraviesa Cuba repercute negativamente en el servicio, el incumplimiento del programa de reparación capital e inversiones y en los últimos tres años tiene estrecha relación con esta situación.

Por otra parte, el trato de los choferes hacia los pasajeros, el papel de los inspectores del transporte público, el incumplimiento de la medida de recogida de pasajeros por vehículos estatales en el horario pico y las indisciplinas sociales constituyen elementos fuera del marco económico que también influyen en el funcionamiento y la calidad de uno de los servicios más importantes de la urbe habanera.

En este complejo escenario, ¿qué medidas se deberían tomar y qué iniciativas se podrían implementar en aras de contribuir al mejoramiento del transporte público en el presente 2023?

En primer lugar, se deben aprovechar las posibilidades ofrecidas por todas las empresas que puedan desarrollar partes y piezas en el país, tanto estatales como no estatales.

Asimismo, es prioritario incentivar el uso del transporte eléctrico, como las líneas de triciclos y ómnibus eléctricos en varios municipios para reducir el consumo de combustible.

De igual forma, es necesario mantener el trabajo conjunto con otros ministerios y entidades, con el objetivo de escalonar el horario de entrada y salida de estudiantes y trabajadores y, de este modo, aliviar la transportación en los horarios pico y descongestionar los puntos de intercambios de gran afluencia.

Por su parte, las autoridades gubernamentales y de transporte tienen el deber de exigirle a todos los actores el cumplimiento de las medidas establecidas.

Igualmente, la población debe asumir el compromiso de mantener activos y efectivos la prevención y enfrentamiento a las indisciplinas sociales que tanto daño hacen a los vehículos, a los trabajadores y a todos los que necesitamos del transporte público en La Habana.

(Tomado de Radio Coco)

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