Los profesionales de la salud de Cuba transmiten confianza y seguridad porque el más universal de los idiomas es el del amor aseguró desde Turquía Yordys Mederos, integrante de la una brigada médica.
El joven especialista en Medicina General Integral y diplomado en terapia intensiva y emergencia del adulto, trabaja en la localidad de Büyükyapalak, en el municipio de Elbistan, provincia de Kahramanmaraş, desde donde declaró estar en el lugar correcto.
Mederos es uno de los 32 colaboradores de la salud cubanos que prestan ayuda en esa nación como parte del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve, tras los devastadores terremotos del pasado 6 de febrero en ese país y en la frontera con Siria.
Un reporte de la página web del Ministerio de Salud Pública destacó que el médico coordina el grupo de ocho profesionales sanitarios, que junto a una traductora prestan asistencia médica a las familias de Büyükyapalak.
El municipio de Elbistan fue uno de los epicentros de la tragedia que dejó solamente en Türkiye más de 42 mil fallecidos y una cifra superior a los cinco mil en Siria.
“Somos tres médicos, tres licenciados en enfermería, un epidemiólogo, un psicólogo, más la traductora”, expresó este joven colaborador cubano por las redes sociales, quien cumple su primera misión en el Contingente Henry Reeve, en el cual, expresó, siempre quiso estar, pero nunca imaginó su primera experiencia en un desastre de tal magnitud.
El trabajo en la clínica es bastante y diario,señaló, al tiempo que resaltó como ya las personas reconocen que están allí por ellos y para ellos.
“Nos dicen cuban, doctor, pasan en los carros y nos pitan y nos saludan con la mano en el pecho como señal de agradecimiento”, resaltó.
(Tomado de Prensa Latina)