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Acceder sin barreras

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Más de una barrera tienen ante sí las personas en situación de discapacidad en Cuba para alcanzar su plena inclusión social y la accesibilidad a todos los servicios y entornos. El bloqueo de los Estados Unidos hacia la Isla es la más dura prueba.

Su denuncia, en las voces de una representación de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI), se hizo patente durante la jornada final del IV Pleno del Consejo Nacional de la organización, que sesionó la víspera en el capitalino Palacio de Convenciones.

Como parte de la sociedad civil cubana, y en nombre de los más de 30 600 asociados en el país, los presentes ratificaron su rechazo a la inclusión de Cuba, una vez más, en la llamada lista de países patrocinadores del terrorismo, con la intensión de arreciar el estrangulamiento económico de la Mayor de las Antillas, para generar mayores restricciones financieras internacionales.

Así lo recoge la declaración emitida por la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), cuya presidenta, Norma Goicochea, convidó a los asistentes al evento a sumarse enérgicamente a su difusión en todos los escenarios.

El presidente nacional de la ANCI, Jorge Luis Cala Ledesma, esbozó las afectaciones que como consecuencia del bloqueo impactan en la vida de las personas con discapacidad visual y cómo pese a ello la máxima dirección del país no ha dejado de atenderlos.

Durante el pleno se expusieron los resultados del trabajo en comisiones, centrados en prioridades que requieren una permanente atención para lograr el ejercicio pleno de los derechos de las personas ciegas y con baja visión.

Se abordaron aspectos que atentan contra el desarrollo de la práctica deportiva, el acceso al empleo y la garantía a la continuidad de estudios. Esto último muestra un buen comportamiento, -según refiere el informe central-, aunque hay dificultades para los estudiantes ciegos, sobre todo cuando no logran transitar al preuniversitario o no aprueban los exámenes de ingreso a la universidad.

Un reto para la actual etapa de trabajo es que la comisión científica a cargo de realizar investigaciones sobre la discapacidad, se complemente con un consejo asesor para fortalecerlo y dar mejor respuesta a las necesidades de las personas en situación de discapacidad.

Igualmente se habló de trazar una estrategia de formación y capacitación que, partiendo primero de un diagnóstico, se atempere a las características de cada territorio, al decir de Geudis Vega, jefe del departamento de Relaciones Internacionales en la ANCI.

Asimismo, se recabó en la necesidad de implementar acciones en cuanto al empleo de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, a la par avanzar en la aplicación inmediata del autofinaciamiento progresivo de la asociación, presentar proyectos de colaboración que revitalicen el funcionamiento de las aulas de tifloinformática y crearlas en las respectivas provincias de Artemisa y Mayabeque.

Un aspecto de permanente atención por parte de la ANCI es que se cumplan las normas de accesibilidad al entorno físico, para lo cual resulta preciso insistir con las autoridades del Gobierno a todos los niveles. Se trata de uno de los derechos reconocidos en la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad y en la Constitución de la República.

Al referirse al tema, Cala Ledesma remarcó que la accesibilidad transversaliza el ejercicio de múltiples derechos. “No solo hablamos al medio físico, sino también a la información, a las comunicaciones, al transporte… y en esta etapa de transformación digital resulta vital”.

Significó que se cuenta con un potencial de profesionales en condiciones de acompañar a cada uno de los organismos e instituciones del país, en virtud de que cada servicio y producto se conciba tempranamente con un concepto de diseño universal, accesible para todos.

Durante el pleno se informaron los pormenores para concretar un acariciado sueño de los integrantes de la ANCI: dejar listo en lo que resta de año el Centro Nacional de Rehabilitación, radicado en Bejucal, e iniciar sus servicios en 2024.

Para los ancistas cubanos, una línea no menos esencial es la divulgación y promoción que debe hacerse tanto a lo externo como a lo interno de la asociación. Ello supone identificar nuevas oportunidades de cooperación, enfatizar en el intercambio y colaboración con organizaciones de y para ciegos de otras partes del mundo, y gestionar alianzas con los nuevos actores económicos, por citar algunos, como refiriera Joaquín Borges Triana.

Durante la jornada se reconoció la trayectoria de Carlos Abel Ramírez, fundador de la ANCI, quien ha ocupado responsabilidades y cargos de dirección en esta organización que desde sus días fundacionales, en julio de 1975, apostó por agrupar a las personas ciegas y con baja visión de todo el país e insertarlas en la sociedad.

(Tomado de Tribuna de La Habana)

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