El Acueducto de Albear, integrado por las obras de captación en los manantiales de Vento, el túnel en el río Almendares, el Canal de Vento, los depósitos de Palatino y el sistema de distribución, es considerado el proyecto más relevante de Cuba en la época colonial.
Su ingeniosa realización se concibió en dos etapas, lo cual permitió que por primera vez se usaran en el país aguas subterráneas para un sistema de acueducto, posibilitando con ello el acceso al recurso natural con mayor higiene.
A 130 años de su construcción por el ingeniero y militar Francisco de Albear y Fernández de Lara, la obra a la que dedicó los últimos 30 años de su vida, y que por su magnitud lo convirtió en un símbolo, continúa prestando servicios a la población de la capital cubana.
La necesidad de crear espacios de diálogo para preservar la memoria del agua y promover la cultura de su uso racional y eficiente, son fórmulas que desde el Programa Integral de Desarrollo Hidráulico apuntan al cumplimiento de las metas trazadas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS6) correspondiente a la Agenda 2030 para transformar nuestro mundo.
Por todos estos valores se propuso incluir a Cuba en la lista de la Red Global de Museos del Agua de la Unesco, y se solicitó el acompañamiento técnico a dicha Red para la consolidación del proyecto y la orientación sobre procedimientos formales en aras de incorporar esta iniciativa en una agenda de trabajo compartida.
Evelyn Garriga Arias, especialista de la Dirección General de Gestión Integrada del Agua del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), informó que esa institución desarrolla la investigación histórica “Memorias del Agua en Cuba”, iniciativa creada en noviembre de 2022 y que persigue entre otros objetivos estudiar el progreso de la Hidráulica en la nación.
Incluye, además, el desarrollo de planes y programas encaminados a la preservación, concientización y divulgación de la gestión de las aguas terrestres a través de la historia en la formación y desarrollo de la sociedad, así como la difusión del legado del Patrimonio Hidráulico atesorado en el país, recalcó.
El proyecto, puntualizó, tiene tres líneas estratégicas de trabajo: Las Rutas del Agua, la Iniciativa para incorporar el Acueducto de Albear como propuesta de Museo del Agua en la lista de la Red Global de Museos del Agua de la Unesco; y las Memorias Hidráulicas.
¿Por qué un museo del agua para Cuba?
En el mundo existen instituciones de este tipo en Argentina, Francia, Estados Unidos, Japón y España, refiere la entrevistada.
Desde que se celebró la primera Conferencia de la ONU sobre el Agua en Argentina en 1977, la población de la Tierra se ha duplicado hasta alcanzar los ocho mil millones de personas y la demanda de recursos hídricos y las fuentes de contaminación se han disparado por el crecimiento de actividad mundial.
La creación del Museo del Agua en Cuba, el primero en el Caribe, a partir del Acueducto de Albear, permitiría preservar la memoria histórica de un hombre magnífico y la de una importante y necesaria construcción que legó para la posteridad, aseveró la Máster en Ciencias.
El 16 de diciembre de 2022 el INRH ingresó como miembro asociado a la Red Global de Museos del Agua de la Unesco, aprobado por la Asamblea General de esa agrupación, y en marzo último se oficializó la candidatura de la República de Cuba a dicha Red, en saludo al Día Mundial del Agua, celebrado cada 22 de ese mes.
Al decir de la experta, “los museos exhiben un depósito único de las diferentes formas de conexión de la humanidad con el agua y su patrimonio natural y cultural, y muestran y explican la función de las técnicas ancestrales, los conocimientos tradicionales para promover la variedad mundial de herencias y los valores relacionados con el líquido que se han trasmitido de generación en generación”. Los antiguos sistemas de conocimiento y la gestión con visión de futuro forjada por innumerables enfoques de prueba y error, produjeron beneficios duraderos para la biodiversidad y los servicios de las sociedades humanas que han coexistido durante siglos, precisó.
Estos sistemas aún pueden inspirar usos del agua más previsores con ejemplos de soluciones basadas en la naturaleza y tecnología de desperdicio cero, añadió Garriga Arias.
Mientras, promueven los esfuerzos de concientización sobre el agua, la mayoría de los museos e instituciones operan de forma aislada unos de otros, subrayó.
Para evitar la fragmentación, agregó, existe la necesidad de intercambiar experiencias y buenas prácticas a través de la Red Global de Museos del Agua, a fin de que los modelos de gestión más previsores se difundan entre las audiencias.
Por tanto, señaló, los museos del agua pueden desempeñar juntos un papel clave para fortalecer la educación sobre la conciencia del vital líquido en todo el orbe.
(Tomado de ACN )