Disminuir las brechas de género que aún persisten en el sector agroalimentario y la ruralidad es propósito del proyecto Fortalecimiento de políticas para la seguridad alimentaria sostenible en Cuba (POSAS), del Ministerio de la Agricultura.
El programa cuenta con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiamiento de la Unión Europea, según un comunicado de prensa de la representación de la FAO, en La Habana.
Ese proyecto acompaña el diseño e implementación de estrategias y planes de acción de género en los sistemas alimentarios locales, pues algunos estudios identifican que existe baja representación de mujeres en las cadenas de distribución y comercialización de productos agropecuarios y una alta presencia femenina en actividades no remuneradas y de apoyo a los ingresos familiares como la crianza de animales y cultivos menores.
También existe baja representación de mujeres en puestos de dirección, toma de decisiones sobre el manejo de recursos, presupuestos, y gestión e implementación de políticas en los sistemas agroalimentarios.
POSAS realizó recientemente un taller para compartir y validar acciones que minimicen las brechas, e identificó los principales desafíos que conducirán a la implementación de las estrategias de género, el cumplimiento de sus planes de acción y la sostenibilidad de tareas que promuevan la equidad entre mujeres y hombres en el sector agroalimentario.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, del total de personas ocupadas en el sector de la economía vinculado a la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, solo el 15,8 % son mujeres y el 36 % de quienes tienen tierras en usufructo.
Representan el 33 % de los integrantes de las empresas agropecuarias y el 55 % de los trabajadores de entidades rectoras del ramo, la mayoría ubicadas en zonas urbanas.
El comunicado de la FAO precisa que las mujeres rurales cubanas sostienen una sobrecarga de trabajo familiar en actividades no remuneradas y de cuidado y dedican más tiempo que los hombres a las actividades del hogar.
Una Encuesta Nacional de Igualdad de Género, recoge que la tasa de participación de las mujeres rurales en trabajos no remunerados representa el 80 % de su tiempo personal.
Esa implementación de estrategias municipales y planes de acción de género facilitará el fortalecimiento de capacidades para la gestión integrada e implementación multisectorial de actividades a favor de la igualdad entre mujeres y hombres.
En el proceso participan de manera integrada y coordinada diferentes entidades, sobre la base de documentos rectores para la igualdad de género y la soberanía alimentaria.
(Tomado de ACN)