Por Gabriela Labrada
El caballo, así suelen llamar muchos dentro y fuera de Cuba a Fidel, el Comandante en Jefe. Su valor, su fuerza en la palabra y sus cualidades superlativas, lo convirtieron en uno de los líderes políticos más importantes del mundo.
Ya son siete años de su partida física, pero su legado sigue intacto.
Cuba no olvida aquel joven intrépido, con valor para enfrentarse a una tiránica dictadura y la mente tan clara para lograr aunar a tantos y tantas.
Después de subir La Sierra, y lograr el triunfo de la Revolución, encaminó al primer país libre de analfabetismo en América Latina y logró, que fuéramos un faro hasta hoy en la cultura, el deporte y la ciencia.
Es su ejemplo lo que cautiva todavía, su presencia firme, su liderazgo ante cada frente, y por lo que muchos creemos que sigue por acá, en su tierra.
Su recuerdo se mantiene y se mantendrá en la historia de esta Patria que vio nacer un hijo que como Céspedes y Martí, supo que Cuba no se rinde ni se rendirá ante quien quiera subyugarla.
Los agradecidos le acompañan, como dijera una de las líneas del tema que para él compuso Raúl Torres aquel 25 de noviembre de 2016. Siete años después, seguimos luchando por la soberanía de un país que reconoce en sus ideales, la guía a seguir. Él es la Historia, él es Fidel.
Fotografía: Roberto Chile