En un año signado por el aniversario 51 de sus vínculos bilaterales, la Comunidad del Caribe (Caricom) acompañó otra vez a Cuba en la arena internacional, especialmente para demandar el fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos.
El presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, resaltó los profundos lazos de amistad y cooperación entre su país y los del Caribe, a propósito del Día Caricom-Cuba, celebrado en reconocimiento al establecimiento de relaciones diplomáticas entre la mayor de las Antillas y Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad y Tobago.
“Recordamos aquella decisión valiente, en un contexto hostil y de intentos de aislamiento diplomático que imponía Estados Unidos a Cuba”, destacó el mandatario en su cuenta de la red social X, al señalar que abrió el camino para los nexos de La Habana con el resto de las naciones del organismo regional.
Durante estas cinco décadas, el país insular otorgó becas, ayuda técnica y asistencia en situaciones de desastres naturales, al tiempo que un gran número de sus colaboradores en materia de salud ha brindado servicios en el bloque integrado por más de 10 territorios y naciones.
Estos son Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago; en tanto Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos e Islas Vírgenes Británicas resultan miembros asociados.
Una de las más significativas muestras de solidaridad de Cuba con la región residió en el despliegue de más de mil 200 galenos en Haití para combatir la epidemia de cólera que azotó en 2010 a esa nación antillana, con saldo de miles de muertos y contagiados.
La cooperación, además, es reconocida por las autoridades de ambas partes en otros ámbitos como la educación y la agricultura.
Mientras tanto, el mecanismo de integración fundado en 1973 exige en todos los foros internacionales el cese inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero que Washington mantiene desde hace más de medio siglo, y que el 2 de noviembre fue rechazado una vez más de manera categórica por 187 naciones del mundo.
Durante las dos jornadas de debates en la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre un proyecto de resolución para poner fin al cerco, esas naciones y organismos regionales ratificaron su posición en contra de tal política, considerada el mayor obstáculo para el desarrollo del país.
El bloqueo estadounidense contra Cuba “deja de lado los principios del multilateralismo” y resulta una clara violación a la letra y espíritu de la Carta de la organización mundial, expresó la representante de Santa Lucía, Menissa Ramballi, al hablar en nombre de la Caricom.
“No puede haber excepciones sobre el derecho internacional”, subrayó al denunciar ese cerco unilateral y con un claro carácter extraterritorial que se mantiene –enfatizó-, pese a múltiples resoluciones aprobadas a lo largo de estos años en el seno del organismo y en otros escenarios.
Constituye “un obstáculo para el comercio entre ese país y la Caricom”, y también para la cooperación regional, agregó Ramballi, al respaldar también las declaraciones previas del Movimiento de los No Alineados, el Grupo de los 77 y China, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En ese mismo espacio y a nombre de la Celac, la representante de San Vicente y las Granadinas, Inga Rhonda King, reiteró su rechazo férreo y sin ambages a la aplicación de medidas y leyes contrarias al derecho internacional, como por ejemplo la ley Helms-Burton, incluidos los efectos extraterritoriales y la persecución creciente de las transacciones financieras de la isla.
También nos oponemos, dijo, a la inclusión injusta de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo elaborada por Washington, pues además de carecer de sustancia y enjundia, ha aumentado las consecuencias del bloqueo y empeorado las posibilidades del país de establecer relaciones financieras y comerciales con sus socios.
La diplomática instó al gobierno de Estados Unidos a cumplir con las numerosas resoluciones de la Asamblea General y a actuar en respuesta a los llamados repetidos de la comunidad internacional poniendo fin a esa política, al tiempo que expresó la extrema preocupación de la Celac ante el creciente impacto del cerco en la isla.
De acuerdo con datos oficiales, los daños provocados por esas medidas entre el 1 de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023 suman cuatro mil 867 millones de dólares, lo cual refleja el recrudecimiento sobre las exportaciones cubanas, principalmente en el sector turístico.
Asimismo, evidencia a juicio de autoridades la despiadada persecución a las operaciones bancario-financieras del país, los costos por reubicación geográfica del comercio, las afectaciones a la producción y los servicios a la población, así como los impedimentos para acceder a tecnologías de avanzada.
En total, los perjuicios económicos en base a precios corrientes ascienden a 159 mil 84,3 millones de dólares, y a más de un billón 337 mil, teniendo en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional.
Las afectaciones sobrepasan los 405 millones mensuales, que equivalen a un millón de dólares cada dos horas.
El 8 de diciembre último, la viceministra primera de la mayor de las Antillas, Inés María Chapman, ratificó en el Día Caricom-Cuba el agradecimiento de su país a las naciones del Caribe por su determinación a mantener relaciones estables y amplias con la isla y por el apoyo en la condena al bloqueo impuesto por Estados Unidos.
(Tomado de Prensa Latina)