Cada verano en Cuba es común la noticia del aumento de las cifras de personas infectadas con el arbovirus del dengue. Sin temor a equivocarnos, podemos decir que esta enfermedad se ha convertido en parte de la cotidianidad del cubano. Sin embargo, no solo Cuba sufre de sus consecuencias, sino la mayor parte de América.
Compartimos algunos datos de la enfermedad:
- Su agente transmisor, el mosquito Aedes aegypti, se encuentra en América de forma extendida.
- La OMS confirma que se encuentran en circulación 4 serotipos de dengue: DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV-4. Informa, además, que estas variaciones pueden coexistir en un mismo entorno.
- Como parte de su expansión, cerca de 500 millones de personas del continente americano están en riesgo de contraer dengue. Otros millones ya lo han sufrido.
La sintomatología causada por esta enfermedad contraída por la picadura del mosquito infectado -que ataca a lactantes, así como a población infantil y adulta, van desde episodios febriles, dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular, en las articulaciones y sarpullido.
Cabe destacar que los facultativos exponen que el sangrado es uno de los signos de alarma de esta enfermedad, la cual conlleva otro tipo de cuidados y extrema vigilancia.
La necesidad de llamar la atención de las personas sobre las acciones preventivas para no contraer esta enfermedad, impulsaron a las autoridades sanitarias a dedicar cada 26 de agosto a sensibilizar a la población mundial sobre este tema tan apremiante para todos.
El llamado a cada cubano es el de realizar el “autofocal” o Focal familiar, un grupo de acciones para prevenir y/o destruir los criaderos de mosquitos.
Parte de estas tareas incluyen la inspección de su casa una vez por semana para eliminar la posible presencia del mosquito. Es necesario que este chequeo no exceda los 7 días, puesto que a los 8 días de que el mosquito hembra pone el huevo, el insecto ya adulto sale a volar.
Elimine al mosquito de su entorno y cuide a su familia del dengue, una recomendación desde el Canal Habana.
Por: Lic. Dánae Ricardo Aldana.