La difícil situación que atraviesa el país debido al recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, durante décadas, no es un secreto para nadie. En este sentido, directivos de la Industria Alimentaria (MINAL) informaron a la prensa acerca de la situación eventual que afecta la disponibilidad de la totalidad de harina de trigo requerida para la producción del pan normado.
Por lo tanto, para hacer frente a este escenario, se decidió reducir el gramaje del pan de la cuota de 80 gramos a 60 gramos a partir de este 13 de septiembre. De esta forma se espera garantizar que la población pueda adquirir la cuota normada de pan, diario, correspondiente con un menor gramaje y no realizar afectaciones como las que ocurrieron hace unos meses.
De la misma manera se estableció una disminución del precio actual del pan normado, de 1 CUP a 75 centavos. Esta adecuación, permitirá garantizar la producción y distribución de la cuota el pan que recibe la población, así los priorizados, entre los cuales se encuentran las escuelas y hospitales.
La no disponibilidad de recursos financieros y la persecución de los métodos de pago utilizados por nuestro país, en el mercado exterior, demuestran el impacto del genocida bloqueo estadounidense contra el pueblo de Cuba, tal como lo denunció este jueves, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
Maidel Linares Ramos, vicepresidenta primera del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, señaló que –como parte de los esfuerzos ante esta situación- se han identificado, dentro del país, un volumen de harina que pudiera dar continuidad a estas producciones.
Se conoció, además, que la Cadena Cubana del Pan, por su parte, continuará la venta de pan liberado, trabajando junto a las formas de gestión no estatal como parte de la política de encadenamientos productivos con el propósito de suplir, en la medida de lo posible, la reducción del gramaje en el pan de la cuota o normado.
Para sostener la producción del destinado a la cuota, per cápita, se requiere diariamente utilizar 700 toneladas de harina de trigo, esfuerzo que no resulta comparable con el volumen de importación de harina entre los productores privados que, solo en el primer semestre del año, ingresaron una pequeña parte de lo requerido por la Industria Alimentaria para garantizar este servicio.
Anayra Vabrera Martínez, directora general de Política Industrial del Minal, explicó que la situación puede durar unos días, mientras el país hace un esfuerzo para darle solución cuanto antes. Agregó que se mantendrá la comunicación permanente –a través de los medios de prensa oficiales- y se prestará especial atención a las quejas de los consumidores, porque una disminución del gramaje no implica (bajo ninguna circunstancia) una disminución de la calidad de ese producto.
Esta decisión, aunque compleja, tiene como objetivo que la disponibilidad actual de harina de trigo permita ofrecer este producto normado a toda la población. Reiteró que se retomará el gramaje en el peso habitual, en la medida que el país pueda recuperarse de esta situación circunstancial.
(Tomado de Tribuna de La Habana)