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Campana de La Demajagua: Antecedentes y continuidad

  • Históricos

En la madrugada del 10 de octubre de 1868, la campana del ingenio Demajagua repicó y los esclavos coincidieron en la plazoleta con hombres libres, campesinos y gente de la ciudad y oyeron juntos al dueño de la hacienda, Carlos Manuel de Céspedes, hablar de guerra contra España, de independencia, de Patria, pero lo que más entendieron aquellos hombres humildes fue que eran libres y podían participar o no en la gesta independentista, a la que se sumaron muchos.

Con 59 centímetros de altura y 204,5 libras de peso, la campana con la que Carlos Manuel de Céspedes llamó a los cubanos al combate fue concluida en 1859 en Francia.

Llegó al ingenio Demajagua -con el tiempo empezaron a nombrarlo La Demajagua- en 1860, cuando la finca era propiedad de Francisco Javier de Céspedes, hermano de Carlos Manuel. Allí estuvo «tranquila» hasta que el 10 de octubre de 1868 Miguel García Pavón, hombre de gran confianza del Iniciador, golpeó constantemente el badajo contra el bronce para convocar a negros y blancos a compartir «sacrificio y voluntades», como relata el historiador César Martín García en el libro inédito La Demajagua y sus símbolos.

Se ha escrito mucho sobre el levantamiento, pero menos divulgado es el bombardeo que sufrió, desde un barco español, la propiedad del patriota. Quedó destruida aquel 17 de octubre de 1868.

La pieza estuvo entre los hierros sobrevivientes del central; pero en 1869 fue llevada a la finca manzanillera La Esperanza, donde permaneció durante 31 años «debajo del piso del segundo departamento del barracón de esclavos de aquel ingenio».

En octubre de 1900, por gestiones del puertorriqueño Modesto Tirado, primer alcalde de Manzanillo y comandante del Ejército Libertador, se transportó solemnemente al salón de sesiones de la alcaldía de la Ciudad del Golfo, según relatan Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo en el libro Dos fechas históricas.

De allí salió muy pocas veces, como en 1918 cuando la transportaron a La Habana, a raíz de los 50 años del 10 de octubre. En el gobierno de Machado, en 1926 y 1929, según el sitio web A la bahía, hubo intentos de llevarla nuevamente a la capital para hacer propaganda política, pero los manzanilleros lo impidieron.

Después de ser ubicada en el Parque Nacional La Demajagua fue desmontada oficialmente de ese sitio solo cuatro veces: el 30 de marzo de 1987, cuando jóvenes de Granma la llevaron al 5to. Congreso de la UJC, celebrado en abril en la capital cubana; en octubre de 1991 cuando se transportó a Santiago de Cuba para el 4to. Congreso del Partido; en febrero de 1995 para la Sesión Solemne de la Asamblea Nacional del Poder Popular con motivo de los 100 años del levantamiento del 24 de febrero; y en octubre de 2017 para el acto político y ceremonia militar de inhumación de los restos del Padre de la Patria y Mariana Grajales.

En otras ocasiones, a raíz de los ciclones tropicales, ha sido bajada para protegerla de los vientos.

Ahora permanece en La Demajagua, con su palpitar constante, que durará hasta la eternidad.

Por: Lic. Anabel Quiñones Agüero

Fuente: Diario digital La Demajagua

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