Al recorrer el Centro Histórico de La Habana, encontrarnos lugares muy peculiares y llenos de historia, uno muy especial es la Plaza y el Convento de San Francisco de Asís.
Un lugar donde se unen la Arquitectura con la Historia formando un conjunto donde la belleza lo envuelve todo con un especial encanto, entre el vuelo de las palomas que llegan a interactuar con las personas que le brindan alimentos, la brisa que llega del puerto y la fuente con sus leones.
Hablamos del Jardín Madre Teresa de Calcuta el cual invita a la reflexión e impresiona por su ambiente místico y romántico, un jardín donde descansan las almas de grandes personalidades de la Cultura, el Arte, o la Religión, como Eusebio Leal, Diana Barreras Gutiérrez, secretaria por mas de 25 años de Leal, Emilio Roig de Leuchsenring, primer historiador de la Ciudad y su esposa María Benítez, el director de cine Octavio Cortázar, la ceramista y escultora Marta Arjona, el artista de la Plástica Juan Vicente Rodríguez Bonachea, el fotorreportero Liborio Noval y otros.

En una cripta interior del Convento, también descansan desde el año 1999, los restos del afamado Caballero de París, en la parte del museo, se conservan en una urna, algunos restos hallados en el sepulcro del conquistador de América Hernán Cortés, traídos desde México a La Habana en el año 2003.
Entre plantas y esculturas conforman el ambiente místico y de paz que se respira en este precioso sitio, junto a la escultura de la Madre Teresa de Calcuta podemos encontrarnos con la Mesa del Silencio, y otras no menos importantes y de gran valor artístico y patrimonial.
Lo más destacado del sitio es la paz y sosiego que brinda a quienes lo visitan por vez primera o los que ya han estado en el, haciendo un alto en el camino y llenándose de la paz que inspiran las almas que junto a la naturaleza nos brindan su eterna morada.
(Con información de Tribuna de La Habana)