El presidente del Instituto Cubano de Deportes (Inder), Osvaldo Vento, lamentó el fallecimiento del exvelocista y vallista Lázaro Arístides Betancourt, medallista en Juegos Mundiales Universitarios, Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe.
El directivo escribió en la red social X: «Duele profundamente el fallecimiento de Lázaro Arístides Betancourt Mella, ícono del atletismo cubano».
Iniciador de los éxitos del atletismo cubano después del triunfo de la Revolución y participante en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, Betancourt murió a los 88 años en esta capital.
El titular del Inder agregó: «Más allá de sus lauros como competidor, deja una obra pedagógica marcada por el amor y la dedicación con que asumió cada tarea. Nuestras condolencias para familiares y amigos».
Nacido el 30 de julio de 1936 en la ciudad de Matanzas, Betancourt inició su carrera deportiva a los 18 años en las disciplinas de 100 metros planos y 110 con vallas.
En 1960 participó en los primeros Juegos Atléticos Iberoamericanos de Santiago de Chile y triunfó en los 110 con vallas, con tiempo de 14.3 segundos, primer título del naciente deporte revolucionario cubano.
Un año después intervino en los Juegos Mundiales Universitarios en Sofía y clasificó para la final, pero un mal paso entre vallas le hace abandonar la carrera.
El 22 de agosto de 1962, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Kingston, impuso récord para la competencia en 110 metros con vallas, con tiempo de 14.2 segundos.
En dos competencias celebradas en Brasil en 1963 obtuvo preseas, los Juegos Mundiales Universitarios de Porto Alegre y los Panamericanos de Sao Paulo. En la primera ganó la plata con el relevo 4×100 metros y en la segunda el bronce, con 14.32 segundos en los 110 con obstáculos.
Dijo adiós al deporte competitivo en la cita inaugural del Campeonato Centroamericano y del Caribe de Atletismo en 1967, celebrada en Jalapa, México, donde resultó triple medallista: oro en el relevo 4×100, plata en 110 con vallas y bronce en la posta 4×400.
Inició la etapa laboral como entrenador del equipo nacional, con los relevos cubanos, medallistas de plata en los Juegos Olímpicos de México 1968, más tarde es designado responsable de la Comisión Nacional de Atletismo (1976-1980) y es elegido en ese período miembro del Comité Técnico de la IAAF, ahora World Athletics.
Además, dirigió el Comité Técnico de la Confederación Centroamericana y del Caribe del deporte rey (1978-1980) y en 1979 es designado director del equipo América II, que intervino en la II Copa del Mundo celebrada en Montreal, Canadá, labor que repite 19 años después en la edición realizada en Johannesburgo, Sudáfrica.
En el 2003, como reconocimiento a su labor en el atletismo, le fue conferida la insignia de Veterano de la IAAF y en 2005 fue exaltado al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de la disciplina.
(Con información de Prensa Latina)