Aunque su accidente cerebrovascular hemorrágico ocurrió nueve días antes, sus familiares, amigos y seguidores, mantuvieron la esperanza hasta esta madrugada del miércoles 12 de febrero. Hoy la Guitarra fue tristemente silenciada.
Eduardo Sosa Laurencio, el trovador de Mayarí, el cantautor que le cantaba al monte, a Martí y a la Revolución, falleció a los 52 años. La voz que vibraba con la esencia misma de Cuba se apagó.
Nacido en Tumba Siete, un rincón santiaguero donde la tierra respira música, Sosa se unió al mundo del arte desde los 12 años.
En la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), en el Instituto Superior Pedagógico Frank País García de Santiago de Cuba, su talento floreció.
🇨🇺 Se graduó como Licenciado en Educación Musical, pero su verdadera aula fue la vida, las calles, el sentir del pueblo.
Su carrera profesional despegó en 1997 con el dúo Postrova. Junto a su compañero, cautivaron a crítica y público con una propuesta fresca y original.
📀Dos discos y una participación en la película «Las Profecías de Amanda» marcaron esa etapa de experimentación y crecimiento.
Pero fue en 2003, cuando emprendió su camino en solitario, que la voz de Eduardo Sosa encontró su verdadero eco.
Cuatro álbumes fueron el testimonio de una madurez artística que culminó en 2017 con el Premio Cubadisco en la categoría de Trova por «Como si fueran mías».
Éxitos como «Mañanitas de Montaña», «Retoño del Monte», «El Son de Contramaestre» y el festivo «A mí me gusta, compay» se convirtieron en himnos populares.
Eduardo Sosa no solo era un trovador talentoso, también un ferviente defensor de la cultura.
Durante más de una década, presidió el Comité Organizador del Festival de la Trova Pepe Sánchez en Santiago de Cuba, un evento que amaba y al que dedicaba su energía y pasión. Incluso, estaba inmerso en la organización de la próxima edición cuando la enfermedad lo sorprendió.
Su voz llevó el nombre de Cuba por el mundo, participando en eventos culturales y políticos donde siempre defendió con orgullo su identidad y su compromiso con la Revolución.
Compartió escenario con leyendas de la música iberoamericana como Ana Belén, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, José María Vitier, y Raúl Torres. Junto a Marta Campos, condujo el programa televisivo «Entre manos», dedicado a promover la canción trovadoresca.
A lo largo de su trayectoria, recibió numerosos reconocimientos, incluyendo la Distinción por la Cultura Nacional, las medallas Raúl Gómez García, Abel Santamaría y Alejo Carpentier, y la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez.
En 2023, fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio 10 de Octubre. Recientemente, en el décimo congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), fue elegido vicepresidente, un claro indicativo del respeto y admiración que le profesaban sus colegas.
Eduardo Sosa Laurencio, el trovador de Mayarí, el diputado, el gestor cultural, el amigo, el hijo de Cuba, ha partido. Su legado, sin embargo, permanece intacto. Su música, su compromiso, su sonrisa, seguirán vibrando en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron.
Por decisión familiar, sus restos serán cremados. Un homenaje póstumo se realizará en el cine de su natal Mayarí y en la Casa de la Trova de Santiago de Cuba. Sus cenizas descansarán en el cementerio de Santa Ifigenia.
Como dijo la periodista y Vicepresidenta primera de la Uneac Magda Resik, al nagüito lo va a extrañar Cuba, y no se equivoca. ¡Hasta la vista Compay!
Por: Claudia Lugo