La emotiva llegada del Héroe de la República de Cuba, Fernando González Llort, marcó una nueva página en la lucha por el retorno de los Cinco Héroes prisioneros del Imperio. Su llegada al aeropuerto José Martí y el recibimiento de su familia y el ex presidente de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz, fueron transmitidos por la televisión cubana, con lo cual cada cubano vivió la emoción de ver a uno de sus paradigmas pisar una vez más suelo cubano.
La llegada a su patria, tras cumplir una dura condena de quince años en prisiones estadounidenses, por el único delito de defender a su país de los grupos terroristas que operan desde suelo de Estados Unidos, ha llenado de alegría al pueblo cubano y a quienes en el mundo entero respaldan la lucha por la libertad de sus compañeros.
La crueldad que lo acompañó durante todo su encarcelamiento no abandonó a Fernando luego de abandonar la prisión. Tal como narró al llegar a La Habana, al salir de la cárcel fue arrestado nuevamente por autoridades migratorias. Esposado hizo el viaje que lo traía para Cuba, deportado. Y al abrirse la escalerilla del avión en el aeropuerto habanero, le fueron retiradas las esposas: solamente entonces recobró su verdadera libertad.
Sus primeras palabras emocionaron al auditorio: su primer agradecimiento fue dirigido a sus otros cuatro compañeros, que en los momentos más crudos, cuando la agresividad imperial se desató sobre ellos, cuando no faltó quienes los tentaran con convenios que hubieran implicado una traición a sus principios, le mostraron el camino de la firmeza y la dignidad.
Por: Lic. Anabel Quiñones Agüero