El 77,4 % de los habitantes de la Isla solo tienen que abrir una llave para recibir agua corriente por tubería. La cifra de por sí alta, en el caso de los capitalinos asciende al 99 %. Habla de la prioridad dada a la gran urbe cara de Cuba al mundo, pero también del tremendo empuje y calidad de los hombres y mujeres de Aguas de La Habana, quienes han hecho posible esta y otras realizaciones.
A ellas hizo referencia Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), al hablar en el acto por el aniversario 59 de la creación de la Institución, un día como hoy, hace casi seis décadas, fecha que desde entonces marca la jornada de homenaje a los trabajadores del sector.
En la ceremonia, que tuvo lugar en la sede central de Aguas de La Habana, fueron homenajeados con la Distinción Armando Mestre (mártir insignia del ramo) un grupo de integrantes del colectivo por un desempeño laboral sobresaliente, de 20 años en el caso de las mujeres y 25, los hombres. También fue reverenciada la ejecutoria de Saneamiento Básico de La Habana, otra entidad capitalina, que ha brillado por su aporte en el pronto alistamiento de los centros de aislamiento y hospitales de la capital, lo cual les hizo merecer la Bandera de Proeza Laboral.
Numerosos cuadros capitalinos fueron agasajados por sus resultados sobresalientes en este frente de batalla, a quienes reconocieron después de cinco, 10, 15 o más años de entrega sin límites y un aporte, avalado por los resultados de las entidades que representan. Como era de esperar entre ellos ocupó puesto, Leonel Díaz Hernández, director general de Aguas de La Habana.
En presencia de Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Antonio Rodríguez, significó que la impronta de Fidel, está en todo el quehacer del INRH, en su condición de creador, pero también en el diseño de las proyecciones, mediatas e inmediatas, y aliento y apoyo a las ejecuciones, lo cual se traduce en un crecimiento de la capacidad de embalse de 48 millones de metros cúbicos, en solo 13 presas (1959) a más de 9 128 millones de metros cúbicos 242 presas y 700 micropresas, en la actualidad.
Y eso para no hablar de una infraestructura hidráulica con más de 800 km de canales magistrales, 20 grandes estaciones de bombeo para trasvases, y 22 400 km de canales secundarios para el riego. Y en función del abasto humano, las estaciones de bombeo suman dos mil 800, 22 mil 468 km de redes acueducto, una cifra superior a los 800 km de conductoras, con sus respectivas instalaciones de tratamiento y plantas potabilizadoras.
Y apuntaba, Rodríguez Rodríguez que en el caso de la actividad de saneamiento, las lagunas de estabilización suman 300, las redes de alcantarillado superan los 5 000 km, y las estaciones de bombeo de residuales y las plantas para su tratamiento totalizan 163 y 12, respectivamente.
De las palabras del presidente del INRH se deduce que no es suficiente y reconoce las insatisfacciones de la población. Y trabajan, sin descanso, para dejarlas atrás, de lunes a lunes, en todos los frentes, con financiamiento y atención priorizada, por parte de la máxima dirección del país.
Por ejemplo, en La Habana, dan máxima prioridad –explicó- a la eliminación de las vulnerabilidades de la fuente de abasto Cuenca Sur, y en otro grupo de inversiones en Ariguanabo, tradicionalmente golpeada de manera particular por la sequía, lo cual redundará en garantía y estabilidad del servicio en nuestros predios.
Y en su día, no faltó a los hidráulicos los parabienes, el aliento y la convocatoria del movimiento obrero y la juventud, que, respectivamente, llegaron en las palabras de Misael Rodríguez Llanes, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Construcción, y Yabelis Ramírez Martínez, secretaria del comité de base UJC de AH, quien condenó los actos de vandalismo e indisciplina, que responde a los dictados del vecino poderoso, injerencista e irrespetuoso.
(Tomado de Tribuna de La Habana)